7 tipos más comunes de fobia
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El miedo es una emoción básica que permite a las personas y los animales evitar situaciones peligrosas. Sin embargo, cuando el miedo es exagerado, persistente e irracional, se considera una fobia, llevando a la persona a huir de la situación que lo provocó, provocando sensaciones desagradables como ansiedad, tensión muscular, temblor, rubor, palidez, sudoración, taquicardia y pánico.
Hay varios tipos de fobias que se pueden abordar y tratar con sesiones de psicoterapia o con la ayuda de medicamentos específicos.
1. Tripofobia
La tripofobia, también conocida como miedo a los agujeros, ocurre cuando se siente incómodo, con comezón, temblor, hormigueo y repulsión al contacto con objetos o imágenes que tienen agujeros o patrones irregulares, como panales, grupos de agujeros en la piel, madera, plantas o esponjas, por ejemplo. En casos más graves, este contacto puede provocar náuseas, un aumento de la frecuencia cardíaca e incluso provocar un ataque de pánico.
Según investigaciones recientes, esto se debe a que las personas con tripofobia hacen una asociación mental inconsciente entre estos patrones y una posible situación de peligro y el miedo surge, en la mayoría de los casos, en patrones creados por la naturaleza. La repulsión que se siente se debe a la similitud del aspecto de los agujeros con gusanos que causan enfermedades en la piel, o con la piel de animales venenosos. Vea cómo se trata la tripofobia.
2. Agorafobia
La agorafobia se caracteriza por el miedo a permanecer en espacios abiertos o cerrados, utilizar el transporte público, hacer fila o estar entre una multitud, o incluso salir de casa solo. En estas situaciones, o al pensar en ellas, las personas con agorafobia experimentan ansiedad, pánico o tienen otros síntomas incapacitantes o vergonzosos.
La persona que tiene miedo a estas situaciones, las evita o las afronta con mucho miedo y ansiedad, necesitando la presencia de una empresa que las apoye sin miedo. En estos casos, la persona tiene una preocupación constante por sufrir ataques de pánico, perder el control en público o que suceda algo que lo ponga en peligro. Obtenga más información sobre la agorafobia.
Esta fobia no debe confundirse con la fobia social, en la que el miedo proviene de la incapacidad de la persona para interactuar con los demás.
3. Fobia social
La fobia social, o trastorno de ansiedad social, se caracteriza por un miedo exagerado a interactuar con otras personas, lo que puede condicionar enormemente la vida social y conducir a estados depresivos. La persona que tiene una fobia social se siente muy ansiosa en situaciones como comer en lugares públicos, ir a lugares concurridos, ir a una fiesta o una entrevista de trabajo, por ejemplo.
Generalmente, estas personas se sienten inferiores, tienen baja autoestima, tienen miedo de ser agredidas o avergonzadas por otros, y probablemente en el pasado han tenido experiencias traumáticas como bullying, agresión o han estado bajo una gran presión por parte de sus padres o profesores.
Los síntomas más frecuentes de la fobia social son ansiedad, aumento del ritmo cardíaco, dificultad para respirar, sudoración, cara roja, manos temblorosas, boca seca, dificultad para hablar, tartamudeo e inseguridad. Además, la persona también está muy preocupada por su desempeño o lo que pueda pensar de ella. La fobia social se puede curar si el tratamiento se realiza correctamente. Obtenga más información sobre el trastorno de ansiedad social.
4. Claustrofobia
La claustrofobia es un tipo de trastorno psicológico en el que la persona tiene miedo de estar en lugares cerrados, como ascensores, autobuses muy concurridos o habitaciones pequeñas, por ejemplo.
Las causas de esta fobia pueden ser hereditarias o estar asociadas a un episodio traumático en la infancia, en el que el niño fue encerrado en una habitación o en un ascensor, por ejemplo.
Las personas con claustrofobia creen que el espacio en el que se encuentran es cada vez más pequeño, por lo que desarrollan síntomas de ansiedad como sudoración excesiva, sequedad de boca y aumento de la frecuencia cardíaca. Obtenga más información sobre este tipo de fobia.
5. Aracnofobia
La aracnofobia, también conocida como miedo a la araña, es una de las fobias más comunes, y ocurre cuando la persona tiene un miedo exagerado a estar cerca de los arácnidos, lo que hace que pierdan el control, pudiendo también sentirse mareado, aumento de corazón Califique el dolor de pecho, dificultad para respirar, temblores, sudoración excesiva, pensamientos de muerte y náuseas.
Las causas de la aracnofobia no se conocen con certeza, pero se cree que podría ser una respuesta evolutiva, ya que las arañas más venenosas provocan infecciones y enfermedades. Así, el miedo a las arañas es una especie de mecanismo de defensa inconsciente del organismo, para no ser picado.
Así, las causas de la aracnofobia pueden ser hereditarias, o estar asociadas al miedo a ser mordido y morir, o ver a otras personas con el mismo comportamiento, o incluso debido a experiencias traumáticas sufridas por arañas en el pasado.
6. Coulrofobia
La coulrofobia se caracteriza por un miedo irracional a los payasos, en el que la persona se siente traumatizada por su visión, o simplemente imaginando su imagen.
Se cree que el miedo a los payasos puede comenzar en la infancia, porque los niños son muy reactivos con los extraños, o debido a un episodio desagradable que les puede haber pasado a los payasos. Además, el simple hecho de lo desconocido, de no saber quién está detrás de la máscara, provoca miedo e inseguridad. Otra causa de esta fobia podría ser la forma en que se representan los payasos malos en la televisión o en el cine, por ejemplo.
Aunque muchos los ven como un juego inofensivo, los payasos provocan en las personas síntomas de coulrofobia como sudoración excesiva, náuseas, taquicardia, respiración acelerada, llanto, gritos e irritación.
7. Acrofobia
La acrofobia, o miedo a las alturas, es un miedo exagerado e irracional a los lugares altos como puentes o balcones en edificios altos, por ejemplo, especialmente cuando no hay protección.
Esta fobia puede desencadenarse por un trauma vivido en el pasado, por reacciones exageradas por parte de padres o abuelos siempre que el niño se encontraba en lugares con cierta altura, o simplemente por instinto de supervivencia.
Además de los síntomas comunes a otros tipos de fobia como sudoración excesiva, temblores, dificultad para respirar y aumento de la frecuencia cardíaca, los más comunes de este tipo de fobia son la incapacidad para confiar en su propio equilibrio, los constantes intentos de agarrarse a algo, llorando y gritando.