Tiroiditis: que es, principales tipos y síntomas
Contenido
- 1. Tiroiditis de Hashimoto
- 2. Tiroiditis de Quervain
- 3. Tiroiditis linfocítica
- 4. Tiroiditis de Riedel
- 5. Otras tiroiditis
La tiroiditis es la inflamación de la glándula tiroides que puede ocurrir debido a varias situaciones, como cambios en la inmunidad, infecciones o el uso de medicamentos, por ejemplo, que puede ocurrir de forma aguda, en la que la evolución es más rápida, o de forma forma crónica, en la que la inflamación ocurre gradualmente.
A medida que se produce la inflamación de la tiroides, pueden aparecer signos y síntomas, como dolor en el cuello, dificultad para tragar, fiebre y escalofríos, y también pueden tener consecuencias como hipotiroidismo o hipertiroidismo.
Es importante que la tiroiditis se identifique y se trate tan pronto como aparezcan los primeros signos y síntomas, ya que en algunos casos existe una gran posibilidad de cura. El tratamiento de la tiroiditis está indicado por el endocrinólogo y varía según la causa y, en consecuencia, el tipo de tiroiditis.
Según la causa de la inflamación tiroidea, la tiroiditis se puede clasificar en algunos tipos, siendo los principales:
1. Tiroiditis de Hashimoto
La tiroiditis de Hashimoto es el tipo más común de tiroiditis crónica y es más común en mujeres de 30 a 50 años, aunque puede aparecer en cualquier etapa de la vida. La tiroiditis de Hashimoto es una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo produce anticuerpos que terminan atacando las células tiroideas, provocando inflamación, cambios en su función y disminución de la síntesis de hormonas tiroideas.
Síntomas principales: el síntoma principal es un agrandamiento de la tiroides, también conocido como bocio, y no es común que cause dolor. También puede haber síntomas de hipotiroidismo, como cansancio, somnolencia, piel seca y falta de concentración, por ejemplo, sin embargo, también puede alternar con periodos de hipertiroidismo, con síntomas como palpitaciones, insomnio y pérdida de peso.
Tratamiento: el tratamiento lo establece el endocrinólogo y suele indicarse el reemplazo de hormona tiroidea, con el uso de Levotiroxina, sin embargo, su indicación depende de los valores de función tiroidea, lo cual se puede verificar mediante análisis de sangre TSH y T4 libre.
Obtenga más información sobre la tiroiditis de Hashimoto.
2. Tiroiditis de Quervain
La tiroiditis de Quervain se produce como consecuencia de infecciones por virus, como paperas, influenza, adenovirus, ecovirus o Coxsackie, por ejemplo, siendo más común en mujeres entre 30 y 50 años. Esta enfermedad provoca una intensa inflamación en la tiroides y la destrucción de sus células.
Síntomas principales: dolor en la región tiroidea, que puede irradiarse a la mandíbula o los oídos. La glándula puede agrandarse levemente, lo que causa dolor de garganta y dificultad para tragar. También puede haber síntomas de infección del tracto respiratorio, como tos y producción de secreciones.
Tratamiento: el tratamiento de este tipo de tiroiditis se realiza con fármacos para aliviar los síntomas, especialmente con fármacos antiinflamatorios, como el naproxeno, por ejemplo. En casos de síntomas graves o persistentes, el endocrinólogo puede indicar el uso de corticosteroides, como prednisona.
Para confirmar este tipo de tiroiditis, el médico puede solicitar pruebas como VHS, que identifica la presencia de inflamación, además de la prueba de captación de yodo radiactivo, que evalúa la función tiroidea. Si aún existen dudas, el médico puede realizar una punción tiroidea, que puede descartar otras causas, como un quiste o cáncer por ejemplo. Obtenga más información sobre las pruebas que evalúan la tiroides.
3. Tiroiditis linfocítica
La tiroiditis linfocítica, también conocida como silenciosa o indolora, también es causada por autoinmunidad, en la que los anticuerpos producidos en el cuerpo atacan la tiroides, siendo más común en mujeres de 30 a 60 años.
Síntomas principales: la tiroiditis linfocítica no suele causar dolor o sensibilidad en la tiroides, sin embargo, estimula la liberación de hormonas tiroideas al torrente sanguíneo, lo que puede provocar un período con síntomas de hipertiroidismo, que generalmente se recupera en unas pocas semanas o meses. En algunos casos, también puede haber un breve período de hipotiroidismo.
Tratamiento: la tiroiditis linfocítica no tiene un tratamiento específico y está indicado el control de los síntomas del hipertiroidismo. En algunos casos, el médico puede recomendar el uso de medicamentos como el propranolol para controlar la frecuencia cardíaca en el hipertiroidismo o el reemplazo hormonal en la fase hipotiroidea, por ejemplo.
4. Tiroiditis de Riedel
La tiroiditis de Riedel, también conocida como tiroiditis fibrótica, es otro tipo de tiroiditis crónica poco común que causa lesiones y fibrosis lentas y graduales que pueden conducir a hipotiroidismo.
Síntomas principales: La tiroiditis de Riedel causa un agrandamiento indoloro de la tiroides, pero puede causar sensación de pesadez en el cuello, dificultad para tragar, ronquera, sensación de asfixia y dificultad para respirar.
Tratamiento: el tratamiento de este tipo de tiroiditis se realiza con fármacos para reducir la actividad inflamatoria, como corticoides, tamoxifeno o metotrexato, por ejemplo. El médico también puede indicar el reemplazo de la hormona tiroidea, cuando la función tiroidea está alterada, y la cirugía, si los síntomas de compresión de las vías respiratorias son graves.
5. Otras tiroiditis
Otras causas menos comunes de tiroiditis incluyen las causadas por intoxicación con ciertos medicamentos, como quimioterapia o amiodarona, por ejemplo. La tiroiditis actínica es causada por tratamientos de radiación en la región del cuello, que pueden causar inflamación o inhibición de la función de las células tiroideas.
También hay tiroiditis causada por infecciones por bacterias de tipo estafilococo o estreptococo, o por hongos, como Aspergilo o Candida, por ejemplo, o incluso por algunos parásitos y micobacterias.