¿Qué es una trombosis, síntomas principales y tratamiento?
Contenido
- Síntomas de cada tipo de trombosis.
- Como se hace el tratamiento
- Qué hacer para prevenir la trombosis
- Quién tiene mayor riesgo de trombosis
La trombosis se caracteriza por la formación de coágulos en el interior de las venas o arterias, que acaban impidiendo la circulación sanguínea y provocando síntomas como dolor e hinchazón en la zona afectada.
El tipo más común de trombosis es la trombosis venosa profunda (TVP), que ocurre en las venas de las piernas, pero el coágulo también puede afectar otros sitios más graves, como el pulmón o el cerebro. Dependiendo de la ubicación afectada, los síntomas pueden variar ampliamente, desde hinchazón de la pierna hasta pérdida de fuerza en el cuerpo o dificultad severa para respirar.
Independientemente del tipo de trombosis, siempre que exista una sospecha es muy importante acudir de inmediato al hospital, para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento para restablecer la circulación sanguínea, evitando complicaciones más graves que pueden poner en riesgo la vida.
Síntomas de cada tipo de trombosis.
Los síntomas varían según el tipo de trombosis:
- Trombosis venosa profunda (en las piernas): hinchazón, enrojecimiento y calor en el área afectada que empeora con el tiempo, generalmente con dolor o sensación de pesadez, y la piel puede volverse rígida. Estos síntomas también pueden aparecer en cualquier otro lugar, como brazos o manos, por ejemplo.
- Trombosis pulmonar: dificultad para respirar, dolor de pecho severo, tos y cansancio excesivo, que aparecen de repente y empeoran en poco tiempo;
- Trombosis cerebral: hormigueo o parálisis en un lado del cuerpo, boca torcida, dificultad para hablar o cambios en la visión, por ejemplo.
Sin embargo, en algunos casos, dependiendo del tamaño del coágulo sanguíneo y del vaso sanguíneo donde está alojado, es posible que no genere ningún síntoma. Además, existe la tromboflebitis, que es el cierre parcial de una vena superficial, provocando hinchazón localizada y enrojecimiento en la vena afectada, lo que provoca mucho dolor a la palpación.
Ante la presencia de signos y síntomas que indiquen trombosis, se debe acudir al servicio médico de urgencias de forma inmediata, para que el médico pueda realizar una valoración clínica y, en caso de ser necesario, ordenar pruebas como ecografía o tomografía. Esto se debe a que es necesario iniciar un tratamiento rápido con fármacos anticoagulantes, como la heparina, por ejemplo.
Como se hace el tratamiento
La trombosis es curable y su tratamiento tiene dos objetivos fundamentales, que son prevenir el crecimiento de coágulos y evitar que los coágulos existentes se suelten. Estos objetivos se pueden lograr mediante el uso de fármacos anticoagulantes, como heparina y warfarina, bajo la guía del cirujano vascular o cardiólogo.
En algunos casos, es necesario permanecer en el hospital para ajustar las dosis de los medicamentos y realizar otras pruebas. Después del período inicial, también se recomienda tomar algunas precauciones, como evitar sentarse con las piernas hacia abajo y usar siempre medias elásticas de compresión, como las medias Kendall, ya que esto reduce el riesgo de coágulos.
Consulte más detalles sobre las opciones de tratamiento para la trombosis.
Qué hacer para prevenir la trombosis
La prevención de la trombosis se puede realizar mediante una alimentación saludable, una buena hidratación y ejercicio físico regular, lo que mejora la circulación sanguínea, disminuye los procesos inflamatorios y previene la acumulación de placas grasas en los vasos sanguíneos.
En personas que tengan varices, problemas circulatorios o que estén mucho tiempo sentadas, se recomienda utilizar medias de compresión elásticas. Además, en situaciones en las que sea necesario permanecer inmóvil durante mucho tiempo, como en el caso de las personas postradas en cama, se recomienda cambiar la posición de la persona con regularidad, al menos cada 2 horas.
Al viajar, la persona debe levantarse cada hora y caminar un poco, para facilitar la circulación sanguínea. Aquí hay otros consejos que pueden ayudar a mejorar su viaje:
Quién tiene mayor riesgo de trombosis
Algunos factores de riesgo para el desarrollo de trombosis son:
- Tiene antecedentes familiares de algún tipo de trombosis;
- Obesidad;
- Estar embarazada;
- Tiene algunos trastornos sanguíneos, como trombofilia;
- Realizar cirugía en piernas o pies;
- Use medicamentos que interfieran con la coagulación;
- Permanezca en un período de descanso muy largo, ya sea acostado o sentado.
Además, las personas mayores también tienen un mayor riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos y sufrir trombosis, ya que la circulación sanguínea tiende a ser más lenta. Por lo tanto, es muy importante mantener un estilo de vida activo durante el mayor tiempo posible.