Cómo identificar y tratar la tuberculosis en la columna.

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Tuberculosis ósea en la columna, también llamada Enfermedad de pott, es el tipo más común de tuberculosis extrapulmonar y puede llegar a varias vértebras al mismo tiempo, generando síntomas severos e invalidantes. Su tratamiento incluye antibióticos, fisioterapia y en ocasiones cirugía.
La enfermedad ocurre cuando el Bacilo de Koch, pasa a la sangre y se aloja en la columna, preferiblemente en la última vértebra torácica o lumbar. Al elegir la ubicación, el bacilo se instala e inicia el proceso de destrucción ósea, lo que lleva a la participación de todas las articulaciones de la columna.
Síntomas de tuberculosis ósea en la columna.
Los síntomas de la tuberculosis ósea en la columna pueden ser:
- debilidad en las piernas;
- dolor progresivo;
- masa palpable al final de la columna;
- compromiso de movimiento,
- rigidez de la columna,
- puede haber pérdida de peso;
- puede haber fiebre.
Con el tiempo, si no hay una buena respuesta al tratamiento, puede progresar a la compresión de la médula espinal y la consiguiente paraplejía.
El diagnóstico de la tuberculosis ósea depende de la realización de exámenes de rayos X, tomografía computarizada y gammagrafía, pero la mejor forma de diagnosticar la tuberculosis ósea es a través de la biopsia ósea, llamada biopsia ósea y PPD.
Tratamiento para la tuberculosis ósea en la columna.
El tratamiento de la tuberculosis ósea en la columna incluye la inmovilización de la columna con el uso de un chaleco, reposo, antibióticos durante aproximadamente 2 años y fisioterapia. En algunos casos, se puede requerir cirugía para drenar los abscesos o estabilizar la columna.