Comprensión de los riesgos y las complicaciones de la arteritis de células gigantes
Contenido
- Ceguera
- Aneurisma aortico
- Carrera
- Infarto de miocardio
- Enfermedad de las arterias periféricas
- Polimialgia reumática
- Para llevar
La arteritis de células gigantes (ACG) inflama el revestimiento de las arterias. La mayoría de las veces, afecta las arterias de la cabeza y causa síntomas como dolor de cabeza y mandíbula. Solía llamarse arteritis temporal porque puede causar inflamación en las arterias de las sienes.
La hinchazón de los vasos sanguíneos reduce la cantidad de sangre que puede fluir a través de ellos. Todos sus tejidos y órganos dependen de la sangre rica en oxígeno para funcionar correctamente. La falta de oxígeno puede dañar estas estructuras.
El tratamiento con dosis altas de medicamentos corticosteroides como prednisona reduce rápidamente la inflamación de los vasos sanguíneos. Cuanto antes comience a tomar este medicamento, es menos probable que desarrolle complicaciones como las siguientes.
Ceguera
La ceguera es una de las complicaciones más graves y preocupantes de la ACG. Cuando no hay suficiente flujo sanguíneo en la arteria que envía sangre al ojo, el tejido que alimenta la arteria comienza a morir. Finalmente, la falta de flujo sanguíneo a los ojos puede causar ceguera.
A menudo, solo un ojo se ve afectado. Algunas personas pierden la vista en el segundo ojo al mismo tiempo o unos días después si no reciben tratamiento.
La pérdida de visión puede ocurrir muy repentinamente. Por lo general, no hay dolor ni otros síntomas que le adviertan.
Una vez que pierde la visión, no puede recuperarla. Por eso es importante consultar a un oculista o reumatólogo y recibir tratamiento, que generalmente implica tomar primero un medicamento esteroide. Si tiene algún cambio en su visión, informe a sus médicos de inmediato.
Aneurisma aortico
Aunque la ACG es rara en general, es una de las principales causas de aneurisma aórtico. La aorta es el vaso sanguíneo principal de su cuerpo. Corre por la mitad de su pecho, llevando sangre desde su corazón al resto de su cuerpo.
Un aneurisma es una protuberancia en la pared de la aorta. Ocurre cuando la pared de la aorta está más débil de lo habitual. Si un aneurisma revienta, puede causar hemorragias internas peligrosas y la muerte si no se administra un tratamiento de emergencia.
Los aneurismas aórticos no suelen causar síntomas. Una vez que le hayan diagnosticado ACG, su médico puede controlarlo en busca de aneurismas en la aorta y otros vasos sanguíneos grandes con pruebas de imagen como ecografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas.
Si tiene un aneurisma y es grande, los médicos pueden repararlo con cirugía. El procedimiento más común inserta un injerto artificial en el sitio del aneurisma. El injerto fortalece el área debilitada de la aorta para evitar que se rompa.
Carrera
La ACG aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico, aunque esta complicación es poco común. Un accidente cerebrovascular isquémico ocurre cuando un coágulo bloquea el flujo de sangre al cerebro. Un accidente cerebrovascular es potencialmente mortal y necesita tratamiento inmediato en un hospital, preferiblemente uno con un centro de accidentes cerebrovasculares.
Las personas que sufren un derrame cerebral son más propensas a tener síntomas de ACG como dolor de mandíbula, pérdida de visión a corto plazo y visión doble. Si tiene síntomas como estos, informe a su médico de inmediato.
Infarto de miocardio
Las personas con ACG también tienen un riesgo ligeramente mayor de sufrir un ataque cardíaco. No está claro si la ACG en sí misma causa ataques cardíacos o si las dos afecciones comparten los mismos factores de riesgo, en particular la inflamación.
Un ataque cardíaco ocurre cuando una arteria que irriga su corazón con sangre se bloquea. Sin suficiente sangre, las secciones del músculo cardíaco comienzan a morir.
Es importante obtener atención médica rápida para un ataque cardíaco. Tenga cuidado con síntomas como:
- presión u opresión en el pecho
- dolor o presión que se irradia a la mandíbula, los hombros o el brazo izquierdo
- náusea
- dificultad para respirar
- sudor frío
- mareo
- cansancio
Si tiene estos síntomas, llame al 911 o vaya a la sala de emergencias de un hospital de inmediato.
Enfermedad de las arterias periféricas
Las personas con ACG también tienen un riesgo ligeramente mayor de enfermedad arterial periférica (EAP). La PAD reduce el flujo de sangre a los brazos y las piernas, lo que puede causar calambres, entumecimiento, debilidad y frialdad en las extremidades.
Al igual que en los ataques cardíacos, no está claro si la ACG causa la EAP o si las dos afecciones comparten factores de riesgo comunes.
Polimialgia reumática
La polimialgia reumática (PMR) causa dolor, debilidad muscular y rigidez en el cuello, hombros, caderas y muslos. No es una complicación de la ACG, pero las dos enfermedades a menudo ocurren juntas. Aproximadamente la mitad de las personas con ACG también tienen PMR.
Los medicamentos corticosteroides son el tratamiento principal para ambas afecciones. En la PMR, la prednisona y otros fármacos de esta clase ayudan a aliviar la rigidez y a reducir la inflamación. Se pueden usar dosis más bajas de prednisona en PMR que en GCA.
Para llevar
La ACG puede causar varias complicaciones. Uno de los más graves y preocupantes es la ceguera. Una vez que pierde la visión, no puede recuperarla.
Los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares son raros, pero pueden ocurrir en un pequeño porcentaje de personas con ACG. El tratamiento temprano con corticosteroides puede proteger su visión y ayudar a prevenir otras complicaciones de esta enfermedad.