Conozca los beneficios de la actividad física
Contenido
- Beneficios de la actividad física
- Cómo empezar a hacer ejercicio
- Cuando la actividad física no está indicada
La actividad física regular puede mejorar la circulación sanguínea, fortalecer el sistema inmunológico, ayudarlo a perder peso, disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas y fortalecer los huesos, por ejemplo. Estos beneficios se pueden lograr en aproximadamente 1 mes después del inicio de la actividad física regular, como caminar, saltar la cuerda, correr, bailar o entrenar con pesas.
Además, la práctica de actividad física después de estudiar es una gran estrategia para consolidar el aprendizaje debido al aumento de la circulación sanguínea cerebral y al aumento de catecolaminas que son esenciales para la memoria.
Aquellos que tienen sobrepeso deben hacer ejercicio al menos 5 veces por semana, durante 90 minutos, para quemar grasa. Las personas mayores también pueden hacer ejercicio y las más adecuadas son aquellas que estén de acuerdo con la funcionalidad del cuerpo. En caso de dolor en las articulaciones, se debe dar preferencia a los ejercicios en el agua, como natación o aeróbic acuático, por ejemplo. Vea si está dentro del peso ideal para hacer ejercicio:
Beneficios de la actividad física
La práctica regular de actividad física es importante para mejorar la calidad de vida y la disposición para realizar las actividades diarias y, por ello, es importante que personas de todas las edades hagan ejercicio. Los principales beneficios de la actividad física son:
- Combatir el exceso de peso;
- Mejorar la autoestima y promover una sensación de bienestar;
- Disminuir la depresión;
- Mejorar el desempeño escolar en el caso de niños y adolescentes;
- Disminuir el estrés y el cansancio.
- Aumenta el estado de ánimo;
- Promueve el fortalecimiento del sistema inmunológico;
- Mejora la fuerza y la resistencia muscular;
- Fortalece huesos y articulaciones;
- Mejorar la postura;
- Disminuye el dolor;
- Disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular;
- Mejora el aspecto de la piel.
Se recomienda la actividad física regular para personas de todas las edades. Sin embargo, los niños menores de 12 años deberían preferir la práctica de deportes como la danza, el fútbol o el kárate, por ejemplo, porque son ejercicios que se pueden realizar 1 o 2 veces por semana y son más adecuados para este grupo de edad.
Los adultos y los ancianos deben ser conscientes de su peso, ya que cuando están por debajo del peso ideal, no deben hacer ejercicio de forma regular para evitar un gasto calórico excesivo.
Es importante que antes de comenzar a practicar ejercicios se realicen exámenes para que se verifique el estado general de salud de la persona y, así, se pueda indicar el mejor tipo de ejercicio y la intensidad indicada, por ejemplo. Además, es importante que la persona vaya acompañada de un profesional capacitado para reducir el riesgo de lesiones.
Para tener todos los beneficios es importante que la práctica de actividad física vaya acompañada de una dieta sana y equilibrada. Vea qué comer antes y después del ejercicio en el siguiente video:
Cómo empezar a hacer ejercicio
Antes de comenzar a hacer ejercicio, es importante que se realicen exámenes médicos para controlar las articulaciones y el funcionamiento cardíaco, especialmente si la persona es sedentaria. De esta forma, el médico puede indicar si hay algún ejercicio que no está indicado, la intensidad ideal para ejercitarse y la necesidad de la persona de estar acompañada por el profesor de gimnasia o fisioterapeuta, por ejemplo.
El inicio de la práctica de actividad física puede resultar bastante difícil para las personas que no están acostumbradas a ella, por lo que se recomienda que inicialmente se realicen ejercicios más ligeros, preferiblemente al aire libre, como caminar, por ejemplo. Idealmente, los ejercicios deben realizarse de 3 a 5 veces por semana, pero puede comenzar lentamente, haciéndolo solo 2 días a la semana, durante 30 a 60 minutos. A partir de la segunda semana, puede aumentar la frecuencia a 3 o 4 días, dependiendo de la disponibilidad de tiempo.
Cuando la actividad física no está indicada
La práctica de actividad física está recomendada para personas de todas las edades, sin embargo las personas que tienen hipertensión o mujeres embarazadas con preeclampsia, por ejemplo, deben estar acompañadas de un profesional de educación física para evitar complicaciones. Por lo tanto, es importante que se realicen pruebas antes de comenzar a hacer ejercicio, especialmente las pruebas que evalúan la salud del corazón. Conoce los principales exámenes del corazón.
Las personas con hipertensión, por ejemplo, tienen un mayor riesgo de tener cambios en la frecuencia cardíaca durante la actividad física intensa, favoreciendo el infarto y el accidente cerebrovascular, por ejemplo. La mayoría de las veces, las personas hipertensas no necesitan necesariamente un seguimiento profesional durante los ejercicios, pero sí necesitan tener control de la presión y evitar actividades muy intensas hasta que el médico lo recomiende, dando preferencia a las actividades más ligeras a moderadas.
Las mujeres embarazadas que no tienen control de la presión pueden desarrollar preeclampsia y no se recomienda la actividad física extensa, ya que puede resultar en un parto prematuro y secuelas para el recién nacido. Por lo tanto, es importante que la mujer esté acompañada por el obstetra y realice ejercicios de acuerdo con su orientación. Comprende qué es la preeclampsia y cómo identificarla.
Por ello, es importante estar atento a algunas situaciones durante el ejercicio, como dolor de pecho, disnea anormal, mareos y palpitaciones, por ejemplo. Se recomienda detener la actividad y buscar la orientación de un cardiólogo.