¿Para qué sirve la biopsia de médula ósea y cómo se hace?
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La biopsia de médula ósea es un examen que se realiza con el objetivo de evaluar las características de las células de la médula ósea y por ello se suele utilizar para ayudar al médico a realizar diagnósticos y monitorizar la evolución de enfermedades como linfoma, mielodisplasias o mieloma múltiple, así como para buscar para infecciones o para identificar si hay metástasis de otros tipos de tumores en esta ubicación.
La biopsia de médula ósea está indicada por un hematólogo u oncólogo y generalmente se realiza para complementar el aspirado de médula ósea, llamado mielograma, especialmente cuando esta prueba no proporciona suficiente información sobre la médula ósea en una enfermedad determinada.
La biopsia de médula ósea puede ser bastante incómoda, ya que la prueba se realiza recolectando una muestra del hueso pélvico y, por lo tanto, se realiza con anestesia local que ayuda a reducir las molestias.
Para que sirve
La biopsia de médula ósea es una prueba muy importante, ya que proporciona información sobre la cantidad y las características de las células que componen la médula ósea. De esta forma, el examen detectará si la médula espinal está vacía o excesivamente llena, si existen depósitos de sustancias indebidas, como hierro o fibrosis, además de observar la presencia de cualquier otra célula anormal.
Así, la biopsia de médula ósea se puede utilizar en el diagnóstico o seguimiento de algunas enfermedades, como:
- Linfomas de Hodgkin y no Hodgkin;
- Síndrome mielodisplásico;
- Enfermedades mieloproliferativas crónicas;
- Mielofibrosis;
- Mieloma múltiple y otras gammapatías;
- Identificación de metástasis de cáncer;
- Anemia aplásica y otras causas de celularidad disminuida de la médula espinal no aclaradas;
- Trombocitemia esencial;
- Investigación de las causas de procesos infecciosos, como la enfermedad granulomatosa crónica;
Además, también se puede realizar una biopsia de médula ósea con el objetivo de identificar el estadio de algunos tipos de cáncer y monitorear el progreso de la enfermedad.
La mayoría de las veces, la biopsia de médula ósea se realiza junto con el mielograma, que se realiza mediante la obtención de una muestra de sangre de la médula ósea y cuyo objetivo es evaluar las características de las células sanguíneas producidas por la médula. Comprenda qué es el mielograma y cómo se realiza.
Como esta hecho
El procedimiento de biopsia de médula ósea se puede realizar en el consultorio del médico, en la cama del hospital o en el quirófano, según el estado de salud del paciente. Se realiza con anestesia local, sin embargo, en algunos casos puede ser necesaria una sedación leve, especialmente en niños o pacientes que no pueden colaborar con el examen.
Este procedimiento generalmente se realiza en el hueso pélvico, en un lugar llamado cresta ilíaca, pero en los niños se puede realizar en la tibia, un hueso de la pierna. Por lo general, el examen se realiza inmediatamente después de la recolección del aspirado de médula ósea, que se puede recolectar en el mismo lugar.
Durante el examen, el médico inserta una aguja gruesa, especialmente desarrollada para este examen, a través de la piel hasta llegar a la parte interna del hueso, de donde se toma una muestra del fragmento óseo de unos 2 cm. Luego, esta muestra se colocará en portaobjetos y tubos de laboratorio y será analizada por el hematólogo o patólogo.
Riesgos y cuidados después del examen
La biopsia de médula ósea es un procedimiento seguro y rara vez trae complicaciones como sangrado y hematomas en la piel, pero es común que el paciente sienta dolor durante el examen y hasta 1 a 3 días después.
El paciente puede retomar sus actividades normales unos minutos después del examen, preferiblemente debe descansar el día del examen. No es necesario modificar la dieta ni el uso de medicamentos, y el apósito en el lugar del pinchazo se puede quitar entre 8 y 12 horas después de la prueba.