Cómo tratar la agenesia sacra
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El tratamiento de la agenesia sacra, que es una malformación que provoca un retraso en el desarrollo de los nervios en la parte final de la médula espinal, suele iniciarse durante la infancia y varía según los síntomas y malformaciones que presente el niño.
Generalmente, la agenesia sacra se puede identificar poco después del nacimiento cuando el bebé tiene cambios en las piernas o ausencia del ano, por ejemplo, pero en otros casos pueden pasar algunos meses o años para que aparezcan los primeros signos, que pueden incluir recurrencia Infecciones urinarias, estreñimiento frecuente o incontinencia fecal y urinaria.
Por lo tanto, algunos de los tratamientos más utilizados para la agenesia sacra incluyen:
- Remedios para el estreñimiento, como loperamida, para reducir la frecuencia de incontinencia fecal;
- Remedios para la incontinencia urinaria, como el succinato de solifenacina o el clorhidrato de oxibutinina, para relajar la vejiga y fortalecer el esfínter, reduciendo los episodios de incontinencia urinaria;
- Fisioterapia para fortalecer los músculos pélvicos y prevenir la incontinencia y fortalecer los músculos de las piernas, especialmente en casos de disminución de la fuerza y sensibilidad en las extremidades inferiores;
- Cirugía para tratar algunas malformaciones, como para corregir la ausencia de ano, por ejemplo.
Además, en los casos en que el niño tenga retraso en el desarrollo de las piernas o falta de función, el neurólogo y el pediatra pueden aconsejar la amputación de los miembros inferiores durante los primeros años de vida para mejorar la calidad de vida. Así, el niño, a medida que crece, es capaz de adaptarse fácilmente a esta elevación y puede llevar una vida normal.
Los síntomas de la agenesia sacra
Los principales síntomas de la agenesia sacra incluyen:
- Estreñimiento constante;
- Incontinencia fecal o urinaria;
- Infecciones urinarias recurrentes;
- Pérdida de fuerza en las piernas;
- Parálisis o retraso en el desarrollo de las piernas.
Estos síntomas suelen aparecer poco después del nacimiento, pero en algunos casos, pueden pasar varios hasta que aparezcan los primeros síntomas o hasta que se diagnostique la enfermedad mediante un examen de rayos X de rutina, por ejemplo.
Normalmente, la agenesia sacra no es hereditaria, ya que, aunque es un problema genético, no se transmite de padres a hijos, por lo que es común que la enfermedad surja incluso cuando no hay antecedentes familiares.