Complicaciones del embarazo: inversión uterina
Contenido
- ¿Qué causa una inversión uterina?
- Cómo diagnosticar una inversión uterina
- Grados de inversión
- ¿Cómo se trata una inversión uterina?
- panorama
Visión de conjunto
Una inversión uterina es una complicación poco común del parto vaginal en el que el útero se vuelve parcial o completamente del revés.
Aunque una inversión uterina no ocurre con frecuencia, cuando lo hace existe un alto riesgo de muerte debido a un sangrado intenso y un shock. Sin embargo, puede tratarse con éxito con un diagnóstico rápido, líquidos por vía intravenosa y una transfusión de sangre.
¿Qué causa una inversión uterina?
La causa exacta de la inversión uterina no se conoce bien. Sin embargo, los siguientes factores de riesgo están asociados con él:
- trabajo que dura más de 24 horas
- un cordón umbilical corto
- entregas previas
- uso de relajantes musculares durante el trabajo de parto
- útero anormal o débil
- inversión uterina previa
- placenta accreta, en la que la placenta está demasiado profundamente incrustada en la pared uterina
- implantación del fondo de la placenta, en la que la placenta se implanta en la parte superior del útero
Además, tirar con demasiada fuerza del cordón umbilical para extraer la placenta puede provocar la inversión uterina. Nunca se debe tirar con fuerza del cordón umbilical. La placenta debe manejarse con cuidado y delicadeza.
En el caso de una placenta que no haya salido dentro de los 30 minutos posteriores al parto, se debe evitar la extracción manual forzada. De lo contrario, puede haber hemorragia y podría desarrollarse una infección.
Cómo diagnosticar una inversión uterina
Por lo general, un médico puede diagnosticar fácilmente una inversión uterina. Los posibles síntomas incluyen:
- el útero sobresale de la vagina
- el útero no se siente como si estuviera en el lugar correcto
- Pérdida masiva de sangre o disminución rápida de la presión arterial.
La madre también puede experimentar algunos de los siguientes síntomas de shock:
- aturdimiento
- mareo
- frialdad
- cansancio
- dificultad para respirar
Grados de inversión
La inversión uterina se define por la gravedad de la inversión. Estas categorías incluyen:
- Inversión incompleta, en la que la parte superior del útero se ha colapsado, pero nada del útero ha atravesado el cuello uterino.
- inversión completa, en la que el útero está al revés y sale del cuello uterino
- inversión prolapsada, en la que la parte superior del útero sale de la vagina
- inversión total, en la que tanto el útero como la vagina están al revés
¿Cómo se trata una inversión uterina?
El tratamiento debe comenzar tan pronto como se reconozca la inversión uterina. El médico puede empujar la parte superior del útero hacia la pelvis a través del cuello uterino dilatado. Si la placenta no se ha separado, el útero generalmente se reposiciona primero.
Es posible que se requiera anestesia general, como gas halotano (fluotano), o medicamentos como sulfato de magnesio, nitroglicerina o terbutalina.
Una vez que se reposiciona el útero, se administra oxitocina (Pitocin) y metilergonovina (Methergine) para ayudar a que el útero se contraiga y evitar que se invierta nuevamente. Un médico o una enfermera masajearán el útero hasta que se contraiga por completo y se detenga el sangrado.
La madre recibirá líquidos por vía intravenosa y una transfusión de sangre si es necesario. También le administrarán antibióticos para prevenir infecciones. Si la placenta aún no se ha extraído, es posible que el médico tenga que extraerla manualmente.
También existe una técnica más nueva para corregir una inversión uterina utilizando un dispositivo de globo y presión de agua. Se coloca un globo dentro de la cavidad uterina y se llena con una solución salina para empujar el útero a su posición.
El procedimiento es simple y ha tenido éxito en reposicionar el útero. También es eficaz para detener la pérdida de sangre y evitar que el útero se invierta nuevamente.
Si el médico no puede reposicionar manualmente el útero, puede ser necesaria una operación. A la madre se le administrará anestesia y se le abrirá quirúrgicamente el abdomen. Luego, se reposicionará el útero y se cerrará el abdomen.
Si una banda apretada de tejido contraído en el útero impide que se vuelva a colocar, se puede hacer una incisión a lo largo de la parte posterior del útero. Luego, se puede reemplazar el útero y reparar la incisión.
Si se necesita cirugía, los embarazos futuros requerirán una cesárea. Si la placenta no se puede separar del útero, puede ser necesaria una histerectomía.
panorama
Una inversión uterina es una afección poco común y grave. Puede provocar sangrado masivo, shock e incluso puede ser fatal. Hay factores que ponen a algunas mujeres en mayor riesgo, pero la afección le puede pasar a cualquiera. En los casos en los que el útero no se puede volver a colocar en su posición, es posible que se requiera cirugía.
La afección generalmente es fácil de diagnosticar y la acción y el tratamiento rápidos son esenciales para corregir esta afección y garantizar la salud y el bienestar de la madre. Si se trata rápidamente, la madre puede recuperarse por completo sin dañar el útero a largo plazo.