Síndrome de Renfield: ¿mito o enfermedad?
Contenido
- Principales problemas psicológicos asociados al vampirismo clínico
- Cómo se hace el diagnóstico
- Cómo se puede tratar
El vampirismo clínico, también conocido popularmente como síndrome de Renfield, es un trastorno psicológico relacionado con una obsesión por la sangre. Este es un trastorno grave pero raro, sobre el que existen pocos estudios científicos.
Las personas con este síndrome pueden manifestar diferentes síntomas que incluyen una necesidad incontrolable de ingerir sangre, un deseo de lastimarse y cortarse para succionar su propia sangre, siempre acompañado de una gran satisfacción o placer durante o poco después de ingerir la sangre.
Principales problemas psicológicos asociados al vampirismo clínico
Algunos de los principales síntomas y necesidades que pueden indicar la presencia de este trastorno incluyen:
- Necesidad u obsesión incontrolables de beber sangre;
- Voluntad de hacerse cortes o heridas para chupar sangre, también conocido como autovampirismo;
- Voluntad de beber la sangre de otras personas, vivas o muertas;
- Sensación de satisfacción o placer después o durante la ingestión de sangre;
- Me gustan las novelas y la literatura sobre brujería, vampirismo o terror en general;
- Obsesión por matar animales pequeños como pájaros, peces, gatos y ardillas;
- Preferencia por permanecer despierto por la noche.
No es necesario que estén presentes todos los síntomas y el vampirismo clínico a menudo se asocia con otros comportamientos perturbadores, que pueden incluir psicosis, alucinaciones, delirios, canibalismo, violación y homicidio.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico de este trastorno lo puede realizar el psiquiatra o psicólogo, quien identifica la presencia de una obsesión por la sangre y el consumo de sangre humana.
Además, es común la presencia de psicosis, alucinaciones y delirios, relacionados con la sangre o los vampiros, personajes ficticios de terror inmortal y que sobreviven de la ingestión de sangre.
Sin embargo, este trastorno a menudo se puede confundir con otras enfermedades psicológicas, como la esquizofrenia, por ejemplo, ya que hay poca investigación científica sobre el vampirismo clínico.
Cómo se puede tratar
El tratamiento del vampirismo clínico generalmente incluye la hospitalización, de modo que el paciente pueda ser monitoreado las 24 horas del día, ya que a menudo puede representar un peligro para él y para los demás.
Además, el tratamiento con drogas también es necesario para controlar psicosis, alucinaciones o delirios asociados, así como sesiones diarias de psicoterapia.
Si bien el vampirismo clínico es un término real que se utiliza para describir una relación obsesiva con la sangre, el síndrome de Renfield fue un término inventado por un científico para describir la ingesta compulsiva de sangre, que no está científicamente reconocida. Este nombre se inspiró en la novela de Bram Stoker Drácula, donde Renfield es un personaje secundario en la novela, con problemas psicológicos que mantiene una conexión y correspondencia telepática con el famoso personaje de ficción Conde Drácula.