La enfermedad de Graves
Contenido
- ¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Graves?
- ¿Qué causa la enfermedad de Graves?
- ¿Quién está en riesgo de contraer la enfermedad de Graves?
- ¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Graves?
- ¿Cómo se trata la enfermedad de Graves?
- Fármacos antitiroideos
- Terapia con yodo radiactivo
- Cirugía de tiroides
¿Qué es la enfermedad de Graves?
La enfermedad de Graves es un trastorno autoinmune. Hace que su glándula tiroides cree demasiada hormona tiroidea en el cuerpo. Esta condición se conoce como hipertiroidismo. La enfermedad de Graves es una de las formas más comunes de hipertiroidismo.
En la enfermedad de Graves, su sistema inmunológico crea anticuerpos conocidos como inmunoglobulinas estimulantes de la tiroides. Estos anticuerpos luego se adhieren a las células tiroideas sanas. Pueden hacer que su tiroides cree demasiada hormona tiroidea.
Las hormonas tiroideas afectan muchos aspectos de su cuerpo. Estos pueden incluir la función del sistema nervioso, el desarrollo del cerebro, la temperatura corporal y otros elementos importantes.
Si no se trata, el hipertiroidismo puede causar pérdida de peso, responsabilidad emocional (llanto incontrolable, risa u otras manifestaciones emocionales), depresión y fatiga mental o física.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Graves?
La enfermedad de Graves y el hipertiroidismo comparten muchos de los mismos síntomas. Estos síntomas pueden incluir:
- temblores en las manos
- pérdida de peso
- frecuencia cardíaca rápida (taquicardia)
- intolerancia al calor
- fatiga
- nerviosismo
- irritabilidad
- debilidad muscular
- bocio (hinchazón de la glándula tiroides)
- diarrea o aumento de la frecuencia de las deposiciones
- dificultad para dormir
Un pequeño porcentaje de personas con la enfermedad de Graves experimentará piel enrojecida y engrosada alrededor del área de la espinilla. Esta es una condición llamada dermopatía de Graves.
Otro síntoma que puede experimentar se conoce como oftalmopatía de Graves. Esto ocurre cuando sus ojos pueden parecer agrandados como resultado de la retracción de sus párpados. Cuando esto sucede, sus ojos pueden comenzar a sobresalir de las cuencas de los ojos. El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales estima que hasta el 30 por ciento de las personas que desarrollan la enfermedad de Graves tendrán un caso leve de oftalmopatía de Graves. Hasta el 5 por ciento sufrirá una oftalmopatía grave de Graves.
¿Qué causa la enfermedad de Graves?
En los trastornos autoinmunitarios como la enfermedad de Graves, el sistema inmunológico comienza a luchar contra las células y tejidos sanos de su cuerpo. Su sistema inmunológico generalmente produce proteínas conocidas como anticuerpos para luchar contra invasores extraños como virus y bacterias. Estos anticuerpos se producen especialmente para atacar al invasor específico. En la enfermedad de Graves, su sistema inmunológico produce por error anticuerpos llamados inmunoglobulinas estimulantes de la tiroides que se dirigen a sus propias células tiroideas sanas.
Aunque los científicos saben que las personas pueden heredar la capacidad de producir anticuerpos contra sus propias células sanas, no tienen forma de determinar qué causa la enfermedad de Graves o quién la desarrollará.
¿Quién está en riesgo de contraer la enfermedad de Graves?
Los expertos creen que estos factores pueden afectar su riesgo de desarrollar la enfermedad de Graves:
- herencia
- estrés
- años
- género
La enfermedad generalmente se encuentra en personas menores de 40 años. Su riesgo también aumenta significativamente si los miembros de la familia tienen la enfermedad de Graves. Las mujeres lo desarrollan de siete a ocho veces más frecuentemente que los hombres.
Tener otra enfermedad autoinmune también aumenta su riesgo de desarrollar la enfermedad de Grave. La artritis reumatoide, la diabetes mellitus y la enfermedad de Crohn son ejemplos de estas enfermedades autoinmunes.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Graves?
Su médico puede solicitar pruebas de laboratorio si sospecha que tiene la enfermedad de Graves. Si alguien de su familia ha tenido la enfermedad de Graves, es posible que su médico pueda precisar el diagnóstico basándose en su historial médico y examen físico. Esto aún deberá confirmarse mediante análisis de sangre de la tiroides. Un médico que se especializa en enfermedades relacionadas con las hormonas, conocido como endocrinólogo, puede encargarse de sus pruebas y diagnóstico.
Su médico también puede solicitar algunas de las siguientes pruebas:
- análisis de sangre
- escaneo de tiroides
- prueba de absorción de yodo radiactivo
- prueba de hormona estimulante de la tiroides (TSH)
- prueba de inmunoglobulina estimulante de la tiroides (TSI)
Los resultados combinados de estos pueden ayudar a su médico a saber si tiene la enfermedad de Graves u otro tipo de trastorno de la tiroides.
¿Cómo se trata la enfermedad de Graves?
Hay tres opciones de tratamiento disponibles para personas con enfermedad de Graves:
- medicamentos antitiroideos
- terapia con yodo radiactivo (RAI)
- cirugía de tiroides
Su médico puede sugerirle que use una o más de estas opciones para tratar su trastorno.
Fármacos antitiroideos
Se pueden recetar medicamentos antitiroideos, como propiltiouracilo o metimazol. Los betabloqueantes también pueden usarse para ayudar a reducir los efectos de sus síntomas hasta que otros tratamientos comiencen a funcionar.
Terapia con yodo radiactivo
La terapia con yodo radiactivo es uno de los tratamientos más comunes para la enfermedad de Graves. Este tratamiento requiere que tome dosis de yodo-131 radiactivo. Esto generalmente requiere que ingiera pequeñas cantidades en forma de píldora. Su médico le hablará sobre las precauciones que debe tomar con esta terapia.
Cirugía de tiroides
Aunque la cirugía de tiroides es una opción, se usa con menos frecuencia. Su médico puede recomendarle una cirugía si los tratamientos anteriores no han funcionado correctamente, si se sospecha de cáncer de tiroides o si usted es una mujer embarazada que no puede tomar medicamentos antitiroideos.
Si es necesaria una cirugía, su médico puede extirparle toda la glándula tiroides para eliminar el riesgo de que reaparezca el hipertiroidismo. Necesitará terapia de reemplazo de hormona tiroidea de forma continua si opta por la cirugía. Hable con su médico para obtener más información sobre los beneficios y riesgos de las diferentes opciones de tratamiento.