Los beneficios para la salud de ser aventurero, según los psicólogos
Contenido
- El cambio llega más fácilmente
- Tu confianza sigue evolucionando
- Una sensación de fluidez se apodera
- La vida es mucho más satisfactoria
- Revisión para
Escalando montañas. Paracaidismo. Surf. Estas son cosas que te pueden venir a la mente cuando piensas en aventuras.
Pero es diferente para todos, dice Frank Farley, Ph.D., profesor de la Universidad de Temple y ex presidente de la Asociación Estadounidense de Psicología. Para algunas personas, la búsqueda de emociones entraña desafíos mentales, como crear arte o encontrar soluciones innovadoras a los problemas. (Relacionado: Cómo usar Travel para generar un avance personal)
Ya sea físico o mental, el comportamiento aventurero nos hace sentir bien: enciende las mismas regiones del cerebro que lo hace obtener una recompensa, según un estudio de la revista. Neurona. Esta puede ser la razón por la que estamos motivados para probar cosas nuevas incluso cuando son intimidantes, dice la autora del estudio Bianca Wittmann, Ph.D., del Centro para la Mente, el Cerebro y el Comportamiento, la Universidad de Marburg y la Universidad Justus Liebig. Giessen en Alemania.
Con el tiempo, las actividades aventureras pueden mejorar la salud de su cerebro, dice Abigail Marsh, Ph.D., profesora de psicología y neurociencia en la Universidad de Georgetown y autora de Factor miedo. Eso es porque estás aprendiendo constantemente, lo que crea nuevas sinapsis y fortalece las existentes, un proceso conocido como neuroplasticidad, dice ella. Esto puede agudizar su cerebro.
Y esa es solo una de las muchas cosas que la aventura hace por ti. Aquí hay cuatro ventajas más potentes de ser un buscador de aventuras.
El cambio llega más fácilmente
Las personas que se sienten atraídas por las actividades que buscan emociones fuertes tienen una alta tolerancia a la incertidumbre, dice Farley. Disfrutan interactuar con cosas desconocidas, sienten una curiosidad innata por el mundo y se adaptan creativamente al cambio en lugar de tenerle miedo.
Para nutrir esta cualidad en ti mismo, busca situaciones que te parezcan aventureras, ya sea tomando una clase de dibujo en línea o inscribiéndote en un entrenamiento que nunca hayas hecho, dice. Después, cimente la experiencia en su mente pensando en lo que obtuvo de ella: conocer gente nueva, aprender una habilidad, superar su inquietud. Tener en cuenta las formas en que se ha arriesgado con éxito le ayudará a verse a sí mismo como una persona más aventurera, lo que puede hacer que sea más valiente en el futuro. (Ver: Cómo asustarse para ser más fuerte, más saludable y más feliz)
Tu confianza sigue evolucionando
La participación en una actividad física que bombea adrenalina puede llevar a niveles más altos de lo que los expertos llaman autoeficacia, o una creencia en sus habilidades, muestra una investigación. Otros tipos de aventuras (postularse para un cargo público, improvisar en su club de comedia local, tomar lecciones virtuales de canto) también fortalecen su confianza, dice Farley. Cuanto más supere su zona de confort y se sienta orgulloso de sí mismo por hacerlo, más confianza tendrá.
Una sensación de fluidez se apodera
Cuando estás en la zona, es decir, muy concentrado y comprometido, todo lo demás, excepto en lo que te estás concentrando, desaparece y una sensación general de bienestar se hace cargo. “Se sale del tiempo, se sale de sí mismo”, dice Marsh. Este intenso estado de bienestar se conoce como flujo, y las investigaciones muestran que los participantes en los deportes de aventura pueden lograrlo. Si miras a nuestros cerebros en el estado de flujo, es probable que veas picos rítmicos de dopamina, que están asociados con el compromiso y el placer, dice Marsh. Aún mejor, esos sentimientos positivos pueden durar más allá de la actividad en sí.
La vida es mucho más satisfactoria
Las personas aventureras tienden a tener sentimientos más fuertes de satisfacción acerca de cómo están viviendo sus vidas. "Tienen una sensación de florecimiento", dice Farley. Los investigadores que han estudiado este fenómeno dicen que participar en algo desafiante está asociado con la felicidad, y que incluso cuando la actividad en sí es difícil, lograrlo trae alegría.
La lección aquí: no te reprimas. Elige algo de lo que siempre hayas rehuido y promete conquistarlo. Abordarlo en pequeñas dosis, dice Marsh. Eso le ayudará a desarrollar gradualmente su fuerza mental. Otra clave: entrenarse para relajarse en el momento justo. La práctica regular de ejercicios de respiración y meditación te ayudará a reducir tu ansiedad y a aceptar el desafío.
Revista Shape, edición de junio de 2020