¿Comer tu placenta es seguro?
Contenido
- ¿Qué es la placentofagia?
- Beneficios de comer la placenta
- La evidencia
- Lo que necesitas saber
- La comida para llevar
¿Qué es la placentofagia?
La práctica de las mujeres que comen sus placentas después del parto se conoce como placentofagia. A menudo se practica en partos en casa y comunidades de salud alternativas.
El interés por la placentofagia ha cobrado impulso desde que las celebridades de Hollywood compartieron que habían comido sus placentas después de dar a luz.
¿Es seguro comer tu placenta? Sigue leyendo para aprender más sobre lo que dicen los expertos y los defensores de la práctica.
Beneficios de comer la placenta
Los humanos son uno de los pocos mamíferos que no comen habitualmente sus placentas. Camellos, llamas y mamíferos marinos son otras excepciones conocidas.
Los partidarios afirman que los beneficios de la placentofagia incluyen:
- mejorando la lactancia
- Prevenir la depresión posparto
- aliviar el dolor
- vinculándote con tu bebé
- aumento de energía
Hay una variedad de formas en que las mujeres preparan la placenta para el consumo. Éstos incluyen:
- al vapor y deshidratando la placenta y convirtiéndola en cápsulas
- hervir la placenta y comerla como un trozo de carne
- agregando la placenta a un batido
Algunas mujeres comen la placenta cruda, inmediatamente después del nacimiento. Algunas personas agregan hierbas u otros ingredientes a su placenta. También puede encontrar recetas en línea.
La evidencia
Internet está lleno de historias anecdóticas de comer placenta, tanto positivas como negativas. En una encuesta publicada en Ecology of Food and Nutrition, el 76 por ciento de 189 mujeres encuestadas tuvieron una experiencia positiva al comer su placenta.
Algunos informaron efectos negativos, que incluyen:
- Sabor y olor desagradables de la placenta o las cápsulas de placenta.
- aumento del sangrado vaginal
- aumento de las contracciones uterinas
- problemas digestivos
- aumento en la cantidad e intensidad de los sofocos
- aumento de la ansiedad
Hay poca investigación científica definitiva sobre los beneficios y la seguridad de la placentofagia. Muchos de los estudios que existen están fechados o se centran en la práctica de la placentofagia entre mamíferos no humanos.
Sin embargo, un estudio de 2016 encontró que la ingesta de placenta podría contribuir al grupo B de inicio tardío Estreptococo infección, que puede ser una infección grave y, a veces, mortal.
Lo que necesitas saber
Si decide comer su placenta, hay algunas cosas que debe considerar para que el proceso sea seguro.
La placenta es como cualquier otra carne de órgano. Puede estropear y albergar bacterias peligrosas. Si no lo está procesando y comiendo de inmediato, congélelo hasta que esté listo para usarlo.
No está claro si la placenta pierde su potencia y beneficios nutricionales cuando se cuece al vapor o se hierve. Tenga esto en cuenta al considerar los métodos de preparación.
También existe la preocupación de que las mujeres que experimentan depresión posparto puedan depender de comer su placenta para obtener alivio en lugar de buscar ayuda profesional. Los síntomas de la depresión posparto incluyen:
- pérdida de apetito
- irritabilidad intensa y enojo o tristeza y desesperanza
- cambios de humor severos
- dificultad para vincularse con su bebé
- sentimientos de vergüenza, culpa o insuficiencia
- pensamientos de lastimarte a ti mismo o a tu bebé
Si come su placenta y luego empeora su depresión, consulte a su médico.
Y asegúrese de comprender los posibles efectos secundarios. Si comienza a sentirse enfermo o tiene efectos secundarios negativos, deje de comer la placenta e inmediatamente llame a su médico.
La comida para llevar
¿Es seguro comer tu placenta? El veredicto está todavía fuera. Comer su placenta puede aumentar su riesgo de contraer una infección grave. Por otro lado, puede contribuir a pequeñas mejoras en el estado de ánimo y la fatiga. Se necesita investigación adicional.
Dado que los efectos secundarios pueden ser graves, hable con su médico sobre los pros y los contras y su situación de salud personal antes de comer su placenta.