Paroxetina (Pondera): qué es, para qué sirve y efectos secundarios
Contenido
La paroxetina es un remedio con acción antidepresiva, indicado para el tratamiento de la depresión y los trastornos de ansiedad en adultos mayores de 18 años.
Este medicamento está disponible en farmacias, en diferentes dosis, en genérico o bajo el nombre comercial Pondera, y solo se puede comprar con la presentación de una receta.
Es importante que la persona sepa que el tratamiento con este medicamento nunca debe suspenderse sin el consejo del médico y que, durante los primeros días de tratamiento, los síntomas pueden empeorar.
Para que sirve
La paroxetina está indicada para el tratamiento de:
- Depresión, incluida la depresión reactiva y severa y la depresión acompañada de ansiedad;
- Trastorno obsesivo compulsivo;
- Trastorno de pánico con o sin agorafobia;
- Fobia social / trastorno de ansiedad social;
- Trastorno de ansiedad generalizada;
- Trastorno de estrés postraumático.
Aprenda a identificar los signos y síntomas de la depresión.
Cómo usar
La paroxetina debe administrarse en una sola dosis diaria, preferiblemente en el desayuno, con un vaso de agua. La dosis debe ser evaluada y ajustada por el médico y reevaluada aproximadamente 3 semanas después de comenzar el tratamiento.
El tratamiento puede durar varios meses y, cuando sea necesario suspender la medicación, solo debe realizarse cuando lo indique el médico y nunca de forma brusca.
Quién no debería usar
Este remedio está contraindicado para personas con hipersensibilidad a los componentes de la fórmula, que estén en tratamiento con medicamentos llamados inhibidores de la monoaminooxidasa o con tioridazina o pimozida.
Además, tampoco debe ser utilizado por personas menores de 18 años, embarazadas o mujeres en período de lactancia.
Durante el tratamiento con paroxetina, una persona debe evitar conducir vehículos o manejar maquinaria.
Posibles efectos secundarios
Algunos de los efectos secundarios que pueden ocurrir durante el tratamiento con paroxetina son náuseas, disfunción sexual, cansancio, aumento de peso, sudoración excesiva, estreñimiento, diarrea, vómitos, sequedad de boca, bostezos, visión borrosa, mareos, temblores, dolor de cabeza, dolor de cabeza, somnolencia, insomnio, inquietud, sueños anormales, aumento del colesterol y disminución del apetito.