¿Qué es el síndrome, los síntomas y el tratamiento de HELLP?
Contenido
- Síntomas del síndrome HELLP
- ¿Quién tuvo síndrome HELLP puede volver a quedar embarazada?
- Diagnóstico del síndrome de HELLP
- Como es el tratamiento
El síndrome HELLP es una situación que se presenta durante el embarazo y se caracteriza por la hemólisis, que corresponde a la destrucción de glóbulos rojos, alteración de las enzimas hepáticas y disminución de la cantidad de plaquetas, lo que puede poner en riesgo tanto a la madre como al bebé.
Este síndrome suele estar relacionado con preeclampsia o eclampsia grave, lo que puede dificultar el diagnóstico y retrasar el inicio del tratamiento.
Es importante que el síndrome HELLP se identifique y trate lo antes posible para evitar complicaciones como insuficiencia renal, problemas hepáticos, edema agudo de pulmón o muerte de la embarazada o del bebé, por ejemplo.
El síndrome HELLP es curable si se identifica y trata rápidamente de acuerdo con la recomendación del obstetra, y puede ser necesario, en casos más graves en los que la vida de la mujer está en riesgo, interrumpir el embarazo.
Síntomas del síndrome HELLP
Los síntomas del Síndrome HELLP son variados y suelen aparecer entre las semanas 28 y 36 de gestación, aunque también pueden aparecer en el segundo trimestre de gestación o, incluso en el posparto, siendo los principales:
- Dolor cerca de la boca del estómago;
- Dolor de cabeza;
- Cambios en la visión;
- Alta presión sanguínea;
- Malestar general;
- Náuseas y vómitos;
- Presencia de proteína en la orina;
- Ictericia, en la que la piel y los ojos se vuelven más amarillos.
Una mujer embarazada que presente signos y síntomas del Síndrome HELLP debe consultar inmediatamente al obstetra o acudir a la sala de emergencias, especialmente si padece preeclampsia, diabetes, lupus o problemas cardíacos o renales.
¿Quién tuvo síndrome HELLP puede volver a quedar embarazada?
Si la mujer ha tenido el síndrome HELLP y el tratamiento se ha realizado correctamente, el embarazo puede suceder normalmente, sobre todo porque la tasa de recurrencia de este síndrome es bastante baja.
A pesar de tener menos posibilidades de desarrollar el síndrome nuevamente, es importante que el obstetra monitoree de cerca a la mujer embarazada para evitar cambios durante el embarazo.
Diagnóstico del síndrome de HELLP
El diagnóstico del Síndrome HELLP lo realiza el obstetra en base a los síntomas que presenta la gestante y el resultado de las pruebas de laboratorio, como el hemograma, en las que se comprueban las características de los glóbulos rojos, forma y cantidad, además de controlar la cantidad de plaquetas. Aprenda a comprender el recuento sanguíneo.
Además, el médico recomienda realizar pruebas que evalúen las enzimas hepáticas, que también se encuentran alteradas en el síndrome HELLP, como LDH, bilirrubina, TGO y TGP, por ejemplo. Vea qué pruebas evalúan el hígado.
Como es el tratamiento
El tratamiento del Síndrome HELLP se realiza con la mujer ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos para que el obstetra pueda evaluar constantemente la evolución del embarazo e indicar el mejor momento y vía de parto, si es posible.
El tratamiento del Síndrome HELLP depende de la edad gestacional de la mujer, y es común que a partir de las 34 semanas se induzca el parto precozmente para evitar la muerte de la mujer y el sufrimiento del bebé, el cual se deriva inmediatamente a la Unidad de Terapia Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales para evitar complicaciones .
Cuando la mujer embarazada tiene menos de 34 semanas de edad, se pueden aplicar inyecciones de corticosteroides en el músculo, como betametasona, para desarrollar los pulmones del bebé para que el parto pueda avanzar. Sin embargo, cuando la mujer embarazada tiene menos de 24 semanas de embarazo, este tipo de tratamiento puede no ser efectivo y es necesario interrumpir el embarazo. Obtenga más información sobre el tratamiento del síndrome HELLP.