Síntomas del quiste espinal
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Los quistes son pequeños sacos llenos de líquido que crecen en la médula espinal y son más comunes en el área del cuello, pero pueden crecer en cualquier parte de la médula y presionar los nervios y otras estructuras, dando como resultado algunos síntomas como debilidad muscular, mareos, dolor en la espalda y atrofia de los músculos, por ejemplo.
Normalmente, las personas ya nacen con quistes en la médula espinal, pero, por razones poco conocidas, solo aumentan durante la adolescencia o la edad adulta. El diagnóstico de quistes en la médula espinal se realiza con resonancia magnética o tomografía computarizada y el tratamiento varía según la gravedad de los síntomas.
Síntomas principales
Los síntomas del quiste en la médula espinal aparecen solo cuando el quiste es grande y comprime los nervios y otras estructuras, lo que puede generar los siguientes síntomas:
- Debilidad progresiva de las piernas;
- Deformación de la columna vertebral;
- Dolor en la espalda;
- Espasmos y temblores en las piernas;
- Parálisis de las piernas;
- Mareo;
- Problema para mover los ojos y hablar;
- Atrofia muscular.
Además, algunas personas pueden experimentar pérdida de sensibilidad al dolor o al calor, y es bastante común que las personas con quiste espinal experimenten quemaduras y cortes sin darse cuenta, ya que su sensibilidad se ve reducida debido a la compresión nerviosa.
Tratamiento para el quiste en la médula espinal
El tratamiento para el quiste en la médula espinal varía según los síntomas que presente la persona, así como su gravedad. Por lo general, el tratamiento consiste en drenar el quiste para disminuir la presión sobre la columna y evitar que vuelva a aparecer. Sin embargo, en algunos casos puede ser necesario extirpar el quiste mediante cirugía.
Si el quiste causa un daño severo a los nervios de la médula espinal, es posible que el drenaje o el tratamiento quirúrgico no sean suficientes para recuperar las funciones perdidas. Por ello, es importante que la persona vaya acompañada de un fisioterapeuta para que las funciones comprometidas puedan ser estimuladas y, así, recuperadas progresivamente.