Tratamiento de neurodermatitis
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El tratamiento de la neurodermatitis, que es una alteración de la piel que se produce por el acto de rascarse o frotar continuamente la piel, para que sea realmente eficaz, es necesario que el individuo deje de rascarse.
Para ayudar a la persona a dejar de rascarse, ayudará el uso de un remedio antialérgico y una pomada a base de corticoides, ya que estos remedios ayudan a resistir la picazón y a proteger la piel.
Tratamiento de la neurodermatitis aguda
En el tratamiento de la neurodermatitis aguda, se recomienda el uso de cremas con corticosteroides. La crema debe aplicarse en capa fina con un ligero masaje local, dos veces al día, durante un período de hasta 7 días.
Si dentro de este período la crema no tiene efecto o si los síntomas empeoran, se recomienda cambiar a otro medicamento, pero siempre bajo la supervisión del dermatólogo.
Para complementar el tratamiento, se recomienda beber abundante líquido y utilizar cremas hidratantes inmediatamente después del baño. Durante el baño, debes evitar el agua caliente y el uso de exfoliantes o esponjas vegetales para no dañar más la piel.
Además, se recomienda que la persona:
- Dúchese con agua tibia o fría, ya que el agua caliente puede provocar una reacción alérgica;
- Beba mucha agua para mantener su piel bien hidratada;
- Aplicar una buena crema hidratante por todo el cuerpo para evitar la deshidratación de la piel.
El uso de cremas hidratantes en todo el cuerpo inmediatamente después del baño ayuda a disminuir la sequedad de la piel, reduciendo la irritación. Pero, para aumentar la hidratación de la piel, se sugiere utilizar una pequeña cantidad de jabón líquido y beber al menos 2 litros de agua al día.
Tratamiento casero para la neurodermatitis
El tratamiento casero para la neurodermatitis se puede realizar con compresas elaboradas con té de manzanilla, ya que ayuda a aliviar el picor característico de esta enfermedad de la piel.
Ingredientes
- 1 bolsita de té de manzanilla
- 200 ml de agua hirviendo
Modo de preparo
Ponga el té en una taza de agua hirviendo y luego simplemente sumerja un trozo de algodón o una gasa en este té y aplíquelo en la zona afectada durante unos minutos, dejando que se seque por sí solo.
Advertencia: este remedio casero no excluye el tratamiento indicado por el médico.
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