Útero invertido: que es, síntomas y como afecta el embarazo
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El útero invertido, también llamado útero retrovertido, es una diferencia anatómica en el sentido de que el órgano se forma hacia atrás, hacia atrás y no hacia adelante como normalmente lo está. En este caso también es común que los otros órganos del sistema reproductivo, como los ovarios y las trompas, también se vuelvan hacia atrás.
Si bien existe un cambio en la anatomía, esta situación no interfiere con la fertilidad de la mujer ni evita el embarazo. Además, en la mayoría de los casos no hay signos ni síntomas, y el ginecólogo identifica el útero invertido durante los exámenes de rutina, como la ecografía y la prueba de Papanicolaou, por ejemplo.
Si bien en la mayoría de los casos no existen signos ni síntomas, algunas mujeres pueden referir dolor al orinar, evacuar y después del contacto íntimo, estando indicado en esta situación realizar un procedimiento quirúrgico para que el útero se incline hacia adelante, reduciendo así los síntomas.
Posibles Causas
El útero invertido en algunos casos es una predisposición genética, que no se transmite de la madre a las hijas, es solo una variación en la posición del órgano. Sin embargo, es posible que después de un embarazo los ligamentos que mantienen el útero en la posición correcta se aflojen y esto haga que el útero se mueva, aumentando las posibilidades de que este órgano retroceda.
Otra causa de un útero invertido es la cicatrización del músculo que puede surgir después de casos de endometriosis severa, enfermedad inflamatoria pélvica y cirugía pélvica.
Síntomas del útero invertido.
La mayoría de las mujeres con útero invertido no presentan síntomas y, por lo tanto, esta afección generalmente se diagnostica durante los exámenes de rutina y no es necesario el tratamiento en estos casos. Sin embargo, en algunos casos pueden aparecer algunos síntomas, siendo los principales:
- Dolor en las caderas;
- Calambres fuertes antes y durante la menstruación;
- Dolor durante y después del contacto íntimo;
- Dolor al orinar y evacuar;
- Dificultad para usar tampones;
- Sensación de presión en la vejiga.
Si se sospecha de útero invertido, se recomienda acudir a un ginecólogo, ya que será necesario realizar pruebas de imagen como la ecografía, por ejemplo, para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento adecuado, que suele ser la cirugía para que el órgano sea colocado en la dirección correcta.
Útero invertido y embarazo
El útero en posición invertida no causa infertilidad y no dificulta la fertilización ni la continuación del embarazo. Sin embargo, durante el embarazo el útero invertido puede provocar incontinencia, dolor de espalda y al orinar o evacuar, pero no es común que provoque complicaciones durante el embarazo o el parto.
Además, el parto en el caso de un útero invertido puede ser normal y no es necesaria una cesárea solo por esta razón. La mayoría de las veces, hasta la semana 12 de gestación, el útero adopta una posición más cercana a la normal, mirando hacia adelante y permaneciendo debajo de la vejiga, lo que facilita la ocurrencia del parto normal.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento del útero invertido solo se realiza cuando los síntomas están presentes, e incluye remedios para la regulación del ciclo menstrual, si no está regulado, y en algunos casos el ginecólogo puede indicar la cirugía para que el órgano sea colocado y fijado en lugar correcto, reduciendo así el dolor y la incomodidad.