Vasculitis: que es, causas, síntomas y tratamiento
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La vasculitis, también llamada angeitis, es la inflamación de los vasos sanguíneos que puede afectar solo a uno o varios vasos, e incluso a diferentes órganos del cuerpo. Así, la principal consecuencia de la vasculitis es la reducción o bloqueo del flujo sanguíneo en el vaso afectado, lo que puede resultar en isquemia, que es una falta de oxígeno en el tejido y puede conducir a la necrosis de la zona inflamada.
La vasculitis se puede clasificar según las causas y los síntomas en:
- Vasculitis primaria, en el que los síntomas pueden aparecer en personas sanas, sin antecedentes de enfermedades;
- Vasculitis secundaria, cuyos síntomas aparecen en personas a las que se les ha diagnosticado una enfermedad, como lupus eritematoso, enfermedad de Buerger, púrpura de schönlein-henoch.
El diagnóstico de ambos tipos de vasculitis se realiza mediante análisis de laboratorio de sangre e imagenología, siendo importante que el médico compruebe la gravedad de la enfermedad e indique el tratamiento más específico, que puede ser con corticoides o inmunosupresores.
Posibles Causas
Las causas de la aparición de vasculitis no están del todo claras, pero en la mayoría de los casos parece estar relacionada con una enfermedad autoinmune, por lo que se cree que la predisposición genética es uno de los factores importantes para su manifestación.
Sin embargo, en la actualidad existen factores ambientales que muestran la capacidad de desarrollar vasculitis en la persona, como el uso de cocaína o anfetaminas, la presencia de virus como la hepatitis B o C y el parvovirus B19. Además, la vasculitis también puede ser causada por efectos secundarios de algunos medicamentos, como penicilamina, propiltiouracilo, hidralazina, minociclina o la exposición a la sílice.
Cuales son los sintomas
Dado que cualquier vaso sanguíneo del cuerpo puede verse afectado, la vasculitis puede causar diferentes síntomas según la región u órgano afectado por la enfermedad. Así, los síntomas de vasculitis según la región afectada, pueden ser:
- Piel: manchas de color púrpura que aparecen en grupos y pueden provocar rotura de la piel, hormigueo o pérdida de sensibilidad en la región;
- Nariz y orejas: sinusitis recurrente, hemorragias nasales, úlceras nasales u otitis recurrentes, sordera temporal, voz ronca, dolor nasal;
- Riñón: presencia de proteínas y / o sangre en la orina, presión arterial alta, extremidades y cara hinchadas, orina turbia;
- Intestino: dolor abdominal a menudo después de las comidas, heces con sangre;
- Pulmón: tos con sangre, dificultad para respirar, sibilancias al respirar, neumonía resistente a los antibióticos;
- Articulaciones: dolor, hinchazón, calor, enrojecimiento y dificultad para mover las articulaciones;
- Ojos: dificultad en la visión, visión doble o borrosa, dolor en los ojos o enrojecimiento de los ojos;
- NerviosDesdemiembros: debilidad muscular, hormigueo, parálisis.
Otros síntomas que también pueden estar presentes en las vasculitis son pérdida de peso sin causa aparente, dolor corporal recurrente, cansancio extremo, pérdida de apetito, malestar o fiebre.
Si existe la sospecha de tener vasculitis, es importante buscar atención médica lo antes posible, ya que la vasculitis puede dañar gravemente órganos como los pulmones o los riñones.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico de vasculitis lo realiza el angiólogo o reumatólogo y se realizará después de analizar el historial de la enfermedad de la persona, y en algunos casos se pueden realizar pruebas de laboratorio como la detección de anticuerpos anticitoplasma (ANCA), que son anticuerpos que atacan el citoplasma. solicitado., análisis de orina, electrolitos, creatinina, análisis de sangre completo y test FAN, que tiene como objetivo detectar la presencia de autoanticuerpos en la sangre. Comprenda qué es el examen FAN y cómo se realiza.
En casos de sospecha de que la vasculitis ha afectado a un órgano, también pueden ser necesarias pruebas para evaluar la función de los órganos afectados, como resonancia magnética, ecografía y tomografía computarizada, además de la biopsia.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento de diferentes formas de vasculitis se lleva a cabo según el motivo de la inflamación y la gravedad de la enfermedad de la persona. En algunos casos, el tratamiento se realiza con fármacos corticosteroides, como hidrocortisona, dexametasona, mometasona y betametasona, por ejemplo, además de inmunosupresores como azatioprina, ciclofosfamida o micofenolato. Vea qué tipos de corticosteroides y para qué sirven.
Sin embargo, en las vasculitis severas, que afectan a los órganos, el individuo debe permanecer en el hospital para recibir el tratamiento adecuado, en algunos casos es necesaria la cirugía para restablecer el flujo sanguíneo en el vaso lesionado por la inflamación.
Junto al tratamiento con fármacos, la práctica de ejercicios físicos ligeros, el descanso adecuado, la alimentación saludable y la reducción de los niveles de estrés se ha mostrado importante y con excelentes resultados para el tratamiento de las vasculitis.