Placenta previa

La placenta previa es un problema del embarazo en el que la placenta crece en la parte más baja del útero y cubre la totalidad o parte de la abertura del cuello uterino.

La placenta crece durante el embarazo y alimenta al bebé en desarrollo. El cuello uterino es la abertura del canal del parto.

Durante el embarazo, la placenta se mueve a medida que el útero se estira y crece. Es muy común que la placenta esté baja en el útero al comienzo del embarazo. Pero a medida que continúa el embarazo, la placenta se mueve hacia la parte superior del útero. Para el tercer trimestre, la placenta debe estar cerca de la parte superior del útero, de modo que el cuello uterino esté abierto para el parto.

A veces, la placenta cubre parcial o completamente el cuello uterino. A esto se le llama previa.

Existen diferentes formas de placenta previa:

• Marginal: la placenta está al lado del cuello uterino pero no cubre la abertura.
• Parcial: la placenta cubre parte de la abertura cervical.
• Completa: la placenta cubre toda la abertura cervical.

La placenta previa ocurre en 1 de cada 200 embarazos. Es más común en mujeres que tienen:

• Un útero de forma anormal
• Tuvo muchos embarazos en el pasado
• Tuvo embarazos múltiples, como gemelos o trillizos
• Cicatrices en el revestimiento del útero debido a antecedentes de cirugía, cesárea o aborto
• Fertilización in vitro

Las mujeres que fuman, consumen cocaína o tienen a sus hijos a una edad mayor también pueden tener un mayor riesgo.

El síntoma principal de la placenta previa es el sangrado repentino de la vagina. Algunas mujeres también tienen calambres. El sangrado a menudo comienza cerca del final del segundo trimestre o al comienzo del tercer trimestre.

El sangrado puede ser severo y potencialmente mortal. Puede detenerse por sí solo, pero puede comenzar nuevamente días o semanas después.

El trabajo de parto a veces comienza varios días después del sangrado abundante. A veces, es posible que el sangrado no se produzca hasta después de que comience el trabajo de parto.

Su proveedor de atención médica puede diagnosticar esta afección con una ecografía del embarazo.

Su proveedor considerará cuidadosamente el riesgo de sangrado debido al parto prematuro de su bebé. Después de las 36 semanas, el mejor tratamiento puede ser el parto del bebé.

Casi todas las mujeres con placenta previa necesitan una cesárea. Si la placenta cubre todo o parte del cuello uterino, un parto vaginal puede causar un sangrado severo. Esto puede ser mortal tanto para la madre como para el bebé.

Si la placenta está cerca o cubriendo parte del cuello uterino, su proveedor puede recomendar:

• Reducir tus actividades
• Reposo en cama
• Descanso pélvico, lo que significa no tener relaciones sexuales, ni tampones ni duchas vaginales

No se debe colocar nada en la vagina.

Es posible que deba permanecer en el hospital para que su equipo de atención médica pueda controlarlos de cerca a usted y a su bebé.

Otros tratamientos que puede recibir:

• Transfusiones de sangre
• Medicamentos para prevenir el parto prematuro
• Medicamentos para ayudar a que el embarazo continúe al menos hasta las 36 semanas.
• Inyección de un medicamento especial llamado Rhogam si su tipo de sangre es Rh negativo
• Inyecciones de esteroides para ayudar a madurar los pulmones del bebé

Se puede realizar una cesárea de emergencia si el sangrado es abundante y no se puede controlar.

El mayor riesgo es el sangrado severo que puede poner en peligro la vida de la madre y del bebé. Si tiene sangrado severo, es posible que su bebé deba nacer temprano, antes de que se desarrollen los órganos principales, como los pulmones.

Llame a su proveedor si tiene sangrado vaginal durante el embarazo. La placenta previa puede ser peligrosa tanto para usted como para su bebé.

Sangrado vaginal: placenta previa; Embarazo: placenta previa

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