Tétanos: que es, como contraerlo, síntomas principales y como evitarlo
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El tétanos es una enfermedad infecciosa transmitida por bacterias. Clostridium tetani, que se puede encontrar en el suelo, el polvo y las heces de animales, ya que habitan en sus intestinos.
La transmisión del tétanos ocurre cuando las esporas de esta bacteria, que son pequeñas estructuras no visibles a simple vista, ingresan al cuerpo a través de alguna abertura en la piel, como heridas profundas o quemaduras. Este tipo de infección es aún más recurrente, cuando la herida se produce por el contacto con un objeto contaminado, como un clavo oxidado.
Dado que las heridas son muy frecuentes durante la vida y no siempre se pueden proteger del contacto con bacterias, la mejor forma de prevenir la aparición del tétanos es vacunar con la vacuna antitetánica, durante la infancia y cada 10 años. Además, lavar todos los cortes y raspaduras también ayuda a disminuir el riesgo de contraer la enfermedad.
Cómo conseguirlo
A pesar de ser una enfermedad infecciosa, el tétanos no se transmite de persona a persona, sino a través del contacto con esporas de la bacteria, que debido a la baja disponibilidad de oxígeno germina, dando lugar al bacilo y produciendo toxinas responsables de los signos y síntomas de la enfermedad. Por lo tanto, las formas más comunes de contraer el tétanos son a través de:
- Heridas sucias con saliva o heces de animales, por ejemplo;
- Heridas causadas por objetos cortantes, como clavos y agujas;
- Lesiones acompañadas de tejido necrótico;
- Arañazos causados por animales;
- Quemaduras
- Tatuajes y piercings;
- Objetos oxidados.
Además de las formas habituales, el tétanos se puede contraer más raramente a través de heridas superficiales, procedimientos quirúrgicos, picaduras de insectos contaminados, fracturas expuestas, uso de fármacos intravenosos, infecciones dentales e inyecciones intramusculares.
Además, el tétanos también se puede transmitir a los recién nacidos a través de la contaminación del muñón umbilical durante el parto. La infección del recién nacido es bastante grave y debe identificarse y tratarse lo antes posible.
Síntomas principales
Los síntomas del tétanos están relacionados con la producción de toxinas por parte de las bacterias en el cuerpo y generalmente aparecen entre 2 y 28 días después de la entrada de las esporas de las bacterias en el cuerpo. En la mayoría de los casos, el síntoma inicial del tétanos es rigidez y dolor muscular cerca del sitio de la infección, y también puede haber fiebre baja y rigidez en los músculos del cuello.
Si no se identifica y trata tan pronto como aparecen los primeros síntomas, también es posible tener un aumento de la frecuencia cardíaca, variación de la presión arterial y parálisis de los músculos respiratorios. Obtenga más información sobre los síntomas del tétanos.
Tratamiento del tétanos
El tratamiento del tétanos tiene como objetivo disminuir la cantidad de toxinas en el cuerpo, eliminar las bacterias y promover la mejora de los síntomas. Así, normalmente se administra a la persona una antitoxina que favorece el bloqueo de la acción de las toxinas producidas por el Clostridium tetani y previene la progresión de la enfermedad.
Además, está indicado el uso de antibióticos, como Penicilina o Metronidazol, y relajantes musculares para aliviar la contracción muscular común en esta enfermedad. Consulte más detalles sobre el tratamiento del tétanos.
Cómo evitar contraer tétanos
La forma más común y principal de evitar el tétanos es mediante la vacunación en los primeros meses de vida, que se realiza en tres dosis y tiene como objetivo estimular la producción de anticuerpos que defienden al organismo frente al agente causante de la enfermedad. Los efectos de esta vacuna no duran toda la vida, por lo que debe tomar un refuerzo cada 10 años. Obtenga más información sobre la vacuna contra el tétanos.
Otra forma de prevención es a través de la vacuna dTpa, también llamada vacuna triple bacteriana acelular para adultos, que garantiza protección contra la difteria, el tétanos y la tos ferina.
Además, para prevenir la aparición del tétanos, es importante prestar atención y cuidar las heridas, manteniéndolas cubiertas y limpias, lavándose siempre las manos, evitando retrasar el proceso de cicatrización y no utilizar punzantes compartidos, como agujas.