¿Puede una fiebre durante el embarazo dañar a mi bebé?
Contenido
- ¿Cómo afectará la fiebre a mi bebé?
- ¿Por qué tengo fiebre?
- ¿Qué síntomas suelen acompañar a la fiebre?
- ¿Es intoxicación alimentaria?
- ¿Qué pasa si mi fiebre desaparece por sí sola?
- ¿Tengo fiebre?
¿Estás embarazada con fiebre? Si es así, naturalmente te preocupará si tu bebé estará bien.
Pero antes de entrar en pánico, respire profundamente. Llame a su médico y pregúntele si debe tomar paracetamol (Tylenol) para bajar la fiebre.
El siguiente paso importante es descubrir la causa de la fiebre. La fiebre durante el embarazo suele ser un síntoma de una afección subyacente que podría ser perjudicial para su bebé en crecimiento.
¿Cómo afectará la fiebre a mi bebé?
Si la temperatura corporal de una futura madre va de 98.6 grados a fiebre, es una señal de que está luchando contra una infección. Por eso es esencial buscar tratamiento de inmediato.
Un nuevo estudio realizado en embriones de animales muestra un vínculo entre la fiebre al principio del embarazo y un mayor riesgo de defectos cardíacos y mandibulares al nacer. Se necesita más investigación para establecer si la fiebre en sí misma, no la infección que la causa, aumenta el riesgo de defectos congénitos en humanos.
Si está en su primer trimestre y tiene fiebre superior a 102 grados, asegúrese de buscar tratamiento de inmediato. Esto puede ayudar a prevenir complicaciones a corto y largo plazo para su bebé en desarrollo.
¿Por qué tengo fiebre?
Las fiebres a menudo son causadas por infecciones del tracto urinario y virus respiratorios, pero otras infecciones también podrían ser las culpables.
Las causas comunes de fiebre durante el embarazo incluyen:
- influenza
- neumonía
- amigdalitis
- gastroenteritis viral (virus estomacal)
- pielonefritis (infección renal)
¿Qué síntomas suelen acompañar a la fiebre?
Las mujeres embarazadas deben prestar atención y informar a sus médicos sobre los síntomas que acompañan a la fiebre. Éstos incluyen:
- dificultad para respirar
- dolor de espalda
- resfriado
- dolor abdominal
- rigidez en el cuello
¿Es intoxicación alimentaria?
La intoxicación alimentaria también podría ser el culpable si tiene fiebre. La intoxicación alimentaria generalmente es causada por virus o, con menos frecuencia, por bacterias (o sus toxinas).
Si este es el caso, es probable que también experimentes dolor abdominal, náuseas y vómitos. La diarrea y los vómitos son especialmente problemáticos durante el embarazo porque pueden causar deshidratación, contracciones y parto prematuro.
Los electrolitos vitales perdidos por vómitos y diarrea deben reponerse. En algunos casos, la deshidratación puede ser tan grave que la presión arterial se vuelve inestable y se requiere hospitalización.
Si sospecha que puede tener intoxicación alimentaria, comuníquese con su médico.
¿Qué pasa si mi fiebre desaparece por sí sola?
Incluso si las futuras mamás piensan que están bien después de que la fiebre disminuya, siempre es mejor ir a lo seguro y consultar a su médico de todos modos.
Las fiebres durante el embarazo nunca son normales, por lo que siempre se recomienda un examen. Afortunadamente, si la fiebre fue causada por una enfermedad viral, la hidratación y el Tylenol generalmente son suficientes para la recuperación.
Pero si la causa es bacteriana, a menudo se necesita un antibiótico.
Las mujeres embarazadas no deben tomar aspirina o ibuprofeno.
Lo más importante es ver a su médico para obtener el tratamiento adecuado.
¿Tengo fiebre?
Para los adultos, una temperatura tomada por vía oral que es superior a 100.4 grados Fahrenheit se considera fiebre. Lo mismo ocurre con un oído o temperatura rectal de 101 grados Fahrenheit o más.
La mejor manera de tratar de evitar la fiebre es lavarse las manos con frecuencia, para protegerse de un resfriado o gripe que podría provocar fiebre.
Manténgase alejado de las personas enfermas, cuando sea posible, y vacúnese contra la gripe, a menos que sea alérgico a la proteína del huevo o haya experimentado alguna vez una reacción alérgica a la vacuna contra la gripe en el pasado. Las vacunas en aerosol nasal no se recomiendan para mujeres embarazadas.