Descubra cuáles son los errores alimentarios más comunes que perjudican la salud
Contenido
- 1. Salte las comidas
- 2. Exceso de carnes
- 3. Beber refrescos
- 4. Consume pocas fibras
- 5. No lea la etiqueta de los alimentos
- Errores dietéticos más comunes de los ancianos
Los errores alimentarios más comunes son no comer durante mucho tiempo, consumir demasiada carne y refrescos, comer muy poca fibra y no leer las etiquetas de los alimentos. Estos malos hábitos alimenticios aumentan el riesgo de enfermedades como la obesidad, la diabetes, la presión arterial alta, las enfermedades cardíacas y el cáncer, pero existen estrategias que pueden ayudar a prevenir estos cambios.
Llevar una dieta sana y equilibrada ayuda a controlar el peso y mejorar el metabolismo del organismo, reduciendo la producción de grasas y radicales libres, que son las principales sustancias que provocan enfermedades y envejecimiento prematuro.
1. Salte las comidas
Pasar demasiado tiempo sin comer es uno de los errores dietéticos más comunes que más contribuye al aumento de peso. Muchas personas dicen que no tienen tiempo o que si comen siempre van a engordar, pero hacer snacks entre las comidas principales es fundamental para el buen funcionamiento del organismo y para evitar engordar.
El intestino de las comidas que se saltan a menudo se prepara para absorber tantos nutrientes como sea posible, mientras que el resto del cuerpo comienza a ahorrar energía. El resultado final es que se gastan menos calorías a lo largo del día, y cuando una persona se excede en una comida, termina ahorrando calorías adicionales más fácilmente.
Cómo resolver: Comer cada 3-4 horas ayuda a controlar la glucosa en sangre, evitar comer en exceso en comidas abundantes y mantener un metabolismo alto en el cuerpo.
2. Exceso de carnes
Comer mucha carne es un hábito común que causa problemas de salud como aumento del colesterol y ácido úrico. Las carnes, especialmente las rojas, son ricas en grasas y normalmente su preparación requiere aún más grasas como aceite y mantequilla, además de harina de trigo y huevo para hacer empanados.
Demasiada carne roja es malaEl tocino y las carnes embutidas como la salchicha y el chorizo son las peores opciones, porque además de tener más grasa y sal, también son ricas en conservantes, colorantes y potenciadores del sabor, aditivos que son tóxicos para el organismo y pueden irritar el intestino.
Cómo resolver: prefiera carnes blancas y pescado, y coma unos 120 g de carne por comida, lo que corresponde al tamaño de su palma.
3. Beber refrescos
Los refrescos son bebidas ricas en fructosa, un tipo de azúcar que aumenta el riesgo de resistencia a la insulina y diabetes. También son ricos en ácidos que desmineralizan el esmalte dental favoreciendo la aparición de caries, y en gases que provocan dolor abdominal, gases intestinales y gastritis.
Además, estas bebidas contienen sodio y cafeína, lo que provoca cambios en la presión arterial y retención de líquidos. Vea otros daños de los refrescos en: Los refrescos son malos.
Cómo resolver: prefiera bebidas naturales como jugos sin azúcar, tés, agua y agua de coco.
4. Consume pocas fibras
Las fibras están presentes principalmente en frutas, verduras, semillas y alimentos integrales, pero estos alimentos han sido reemplazados por productos industrializados ricos en carbohidratos, sal y grasas, como snacks envasados y galletas saladas rellenas.
Una dieta baja en fibra aumenta la sensación de hambre, favorece el estreñimiento y aumenta el riesgo de enfermedades como el cáncer de colon. Además, quienes consumen pocas fibras también llevan una dieta baja en vitaminas y minerales esenciales para prevenir enfermedades como el cáncer y el envejecimiento prematuro. Vea qué alimentos tienen un alto contenido de fibra.
Cómo resolver: coma al menos 3 frutas al día, coloque ensalada en las comidas principales y prefiera alimentos integrales, como pan y arroz.
5. No lea la etiqueta de los alimentos
Los alimentos industrializados son ricos en grasas, azúcares y sal, ya que estos ingredientes son baratos y ayudan a prolongar la vida útil del producto. Debido a que no leen las etiquetas, las personas no conocen los ingredientes utilizados y no se dan cuenta de que están consumiendo una dieta que es dañina para su salud.
Una dieta rica en grasas, azúcares y sal favorece la aparición de enfermedades como la obesidad, la diabetes, la hipertensión y la aterosclerosis.
Cómo resolver: lea la etiqueta de los alimentos para identificar la presencia de grasas, azúcares y sal. Vea cómo tomar buenas decisiones en: Cómo saber cuándo no comprar un alimento y Alimentos con alto contenido de azúcar.
Mire el siguiente video y aprenda cómo corregir estos y otros errores dietéticos:
Errores dietéticos más comunes de los ancianos
Los errores dietéticos que cometen los ancianos perjudican aún más la salud, ya que en esta etapa de la vida el sistema inmunológico se debilita y es más fácil padecer enfermedades y complicaciones como infecciones y deshidratación, por ejemplo. En general, los principales errores dietéticos que se cometen en esta etapa de la vida son:
- Bebe poca agua: los ancianos ya no controlan el agua corporal y ya no sienten sed, por lo que la deshidratación es común en los ancianos, lo que puede causar sequedad en la piel y los labios, mareos y desmayos.
- Salte las comidas: debido al cansancio o la falta de capacidad, es común que los ancianos no coman bocadillos y no coman bien, lo que conduce a la pérdida de peso, debilidad muscular y un mayor riesgo de padecer enfermedades infecciosas como gripe y neumonía.
- Agregue demasiada sal a las comidas: los ancianos sienten menos el sabor de los alimentos, por lo que tienden a poner más sal en los alimentos para compensar la falta de sabor, lo que favorece el aumento de la presión arterial.
Así, las personas mayores deben tener siempre agua o alimentos líquidos a su alcance, para que puedan hidratarse a través de pequeños sorbos a lo largo del día, y deben tener sus principales comidas y refrigerios incluso cuando no tengan hambre. También necesitan tener hierbas aromáticas a su disposición para usar como especias para cocinar, reemplazando la sal, y siempre que sea posible, un adulto debe supervisar su dieta para asegurarse de que los ancianos tengan una nutrición adecuada.