Hiperplasia benigna de próstata: que es, síntomas, causas y tratamiento
Contenido
- Síntomas principales
- Cómo confirmar el diagnóstico
- ¿Qué causa la hiperplasia prostática?
- Como se hace el tratamiento
- 1. Remedios para la hiperplasia prostática benigna
- 2. Terapias mínimamente invasivas
- 3. Cirugía
La hiperplasia prostática benigna, también conocida como hiperplasia prostática benigna o simplemente HPB, es una próstata agrandada que aparece naturalmente con la edad en la mayoría de los hombres, siendo un problema masculino muy común después de los 50 años.
Generalmente, la hiperplasia de próstata se identifica cuando aparecen síntomas, como urgencia frecuente de orinar, dificultad para vaciar completamente la vejiga o presencia de un chorro de orina débil. Sin embargo, es necesario someterse a una evaluación con un urólogo para detectar otros problemas que puedan causar síntomas similares, como infección de próstata o incluso cáncer. Vea cuáles son los principales signos del cáncer de próstata.
Dependiendo del grado de anomalía de la próstata y de los síntomas, el tratamiento se puede realizar solo con el uso de medicamentos o es posible que necesite cirugía, y para seleccionar la mejor opción es importante hablar con el médico.
Síntomas principales
Los síntomas más comunes en los casos de hiperplasia prostática benigna suelen incluir:
- Deseo frecuente y urgente de orinar;
- Dificultad para comenzar a orinar;
- Despertarse con frecuencia durante la noche para orinar;
- Chorro de orina débil o parando y reiniciando;
- Sensación de vejiga todavía llena después de orinar.
Estos síntomas suelen aparecer después de los 50 años y es común que empeoren con el tiempo, según el aumento del tamaño de la próstata, que termina apretando la uretra y afectando el sistema urinario.
Sin embargo, también es posible que la gravedad de los síntomas no esté directamente relacionada con el tamaño de la próstata, ya que hay varios hombres que presentan síntomas muy marcados incluso con un ligero agrandamiento de la próstata.
Vea qué otros problemas pueden causar síntomas similares.
Cómo confirmar el diagnóstico
Dado que existen varios problemas urinarios que pueden causar síntomas similares a la hiperplasia prostática, como infección del tracto urinario, inflamación de la próstata, cálculos renales o incluso cáncer de próstata, es muy importante acudir a un urólogo.
Después de evaluar los síntomas y la historia del hombre, el médico generalmente puede ordenar varias pruebas, como una ecografía rectal, una prueba de orina, una prueba de PSA o una biopsia de próstata, por ejemplo, para descartar otros problemas y confirmar la hiperplasia prostática benigna.
Mire el siguiente video y vea cómo se realizan estos exámenes:
¿Qué causa la hiperplasia prostática?
Aún no existe una causa concreta que justifique el aumento del tamaño de la próstata, sin embargo, es posible que la hiperplasia prostática benigna sea provocada por un crecimiento paulatino de la glándula que ocurre debido a la alteración hormonal que está presentando el hombre con el envejecimiento natural.
Sin embargo, se sabe que algunos factores parecen aumentar el riesgo de desarrollar hiperplasia prostática benigna:
- Tener más de 50 años;
- Tiene antecedentes familiares de problemas de próstata;
- Tener enfermedad cardíaca o diabetes.
Además, el ejercicio físico también parece ser uno de los factores que aumenta el riesgo de hiperplasia de próstata. Por lo tanto, los hombres obesos o con sobrepeso tienen un mayor riesgo de desarrollar HPB.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento de la hiperplasia prostática benigna varía según el tamaño de la próstata, la edad del hombre y el tipo de síntomas. Por lo tanto, la mejor forma de tratamiento siempre debe discutirse con el urólogo. Algunas de las formas más utilizadas son:
1. Remedios para la hiperplasia prostática benigna
Este tipo de tratamiento se usa generalmente en hombres con síntomas leves a moderados y puede incluir el uso de diferentes medicamentos, como:
- Bloqueadores alfa, como Alfuzosina o Doxazosina: relajan los músculos de la vejiga y las fibras prostáticas, facilitando el acto de orinar;
- Inhibidores de la 5-alfa-reductasa, como Finasteride o Dutasteride: reducen el tamaño de la próstata inhibiendo algunos procesos hormonales;
- Tadalafil: es un remedio muy utilizado para la disfunción eréctil, pero también puede reducir los síntomas de la hiperplasia prostática.
Estos medicamentos se pueden usar por separado o en combinación, según el tipo de síntomas.
2. Terapias mínimamente invasivas
Las terapias mínimamente invasivas se utilizan especialmente en casos de hombres con síntomas moderados o severos, que no han mejorado con los medicamentos indicados por el médico.
Existen varias de estas técnicas, pero todas pueden causar otras complicaciones como la eyaculación retrógrada, aumento de la dificultad para orinar, sangrado en la orina, infecciones urinarias recurrentes o incluso disfunción eréctil. Por lo tanto, todas las opciones deben discutirse bien con el urólogo.
Algunas de las técnicas más utilizadas son la incisión transuretral de próstata, la termoterapia transuretral por microondas, la terapia con láser o el lifting prostático, por ejemplo.
3. Cirugía
La cirugía se suele realizar para extirpar la próstata y resolver definitivamente todos los síntomas, siendo aconsejado cuando ninguna de las otras formas de tratamiento ha dado resultado o cuando la próstata pesa más de 75 gramos. Esta cirugía puede realizarse por laparoscopia o de forma clásica, a través de una incisión en el abdomen.
Vea cómo se realiza esta cirugía y cómo es la recuperación.