Síndrome de Loeffler: que es, síntomas y tratamiento
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El síndrome de Loeffler es una condición caracterizada por la gran cantidad de eosinófilos en el pulmón que generalmente es causada por infecciones parasitarias, principalmente por el parásito. lombriz intestinal, también puede ser provocada por una reacción alérgica a determinados medicamentos, por un cáncer o por una hipersensibilidad a algo que ha sido inhalado o ingerido, por ejemplo.
Este síndrome normalmente no causa síntomas, pero puede haber tos seca y dificultad para respirar progresiva, ya que el exceso de eosinófilos en el pulmón puede causar daño a los órganos.
El tratamiento varía según la causa, y solo puede ser mediante la suspensión de la medicación que está causando el síndrome o el uso de antiparasitarios, como el Albendazol, por ejemplo, según consejo médico.
Síntomas principales
Los síntomas del síndrome de Loeffler aparecen entre 10 y 15 días después de la infección y generalmente desaparecen entre 1 y 2 semanas después de iniciar el tratamiento. Este síndrome suele ser asintomático, pero pueden aparecer algunos síntomas, como:
- Tos seca o productiva;
- Dificultad para respirar, que empeora progresivamente;
- Fiebre baja;
- Tosiendo sangre;
- Sibilancias o sibilancias en el pecho;
- Dolor muscular;
- Perdida de peso.
Este síndrome está causado principalmente por la infección por parásitos que realizan parte del ciclo biológico en los pulmones, como Necator americanus es el Ancylostoma duodenale, que causan anquilostomas, Strongyloides stercoralis, que causa estrongiloidiasis y lombriz intestinal, que es un agente infeccioso de la ascariasis y es el principal responsable del síndrome de Loeffler.
Además de las infecciones parasitarias, el síndrome de Loeffler puede surgir como resultado de neoplasias o una reacción de hipersensibilidad a los medicamentos, por ejemplo, que puede conducir a un aumento de eosinófilos en la sangre que van al pulmón y secretan citocinas que causan daño al pulmón. . Obtenga más información sobre los eosinófilos y sus funciones.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico de síndrome de Loeffler se realiza mediante evaluación clínica por parte del médico y radiografía de tórax, en la que se observa un infiltrado pulmonar. Además, se solicita un hemograma completo, en el que se controlan más de 500 eosinófilos / mm³, que pueden corresponder a entre el 25 y el 30% del total de eosinófilos leucocitarios, cuando la normalidad se sitúa entre el 1 y el 5%.
El examen parasitológico de las heces solo es positivo unas 8 semanas después de la infección, ya que antes el parásito aún se está desarrollando y no está en forma de larva, sin liberación de huevos. Cuando son positivos, se controlan innumerables huevos del parásito que causa el síndrome.
Como es el tratamiento
El tratamiento se realiza según la causa, es decir, si el síndrome de Loeffler es provocado por una reacción a un fármaco, el tratamiento suele consistir en suspender el fármaco.
En el caso de los parásitos, se recomienda el uso de antiparasitarios con el fin de eliminar el parásito y evitar algunas manifestaciones tardías de la enfermedad causada por el parásito, como diarrea, desnutrición y obstrucción intestinal. Los fármacos habitualmente indicados son vermífugas como Albendazol, Praziquantel o Ivermectina, por ejemplo, según el parásito que provoca el síndrome de Loeffler y según consejo médico. Vea cuáles son los principales remedios para los gusanos y cómo tomarlos.
Además del tratamiento con medicamentos antiparasitarios, es importante, en estos casos, prestar atención a las condiciones de higiene ya que los parásitos suelen estar relacionados con malas condiciones sanitarias. Por eso es importante lavarse las manos con frecuencia, mantener las uñas recortadas y lavar la comida antes de prepararla.