Tratamiento de la capsulitis adhesiva: medicamentos, fisioterapia (y otros)
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El tratamiento de la capsulitis adhesiva, o síndrome del hombro congelado, se puede realizar con fisioterapia, analgésicos y puede llevar de 8 a 12 meses de tratamientos, pero también es posible que haya una reducción completa de la afección unos 2 años después del inicio de síntomas., incluso sin ningún tipo de tratamiento.
El médico puede indicar el uso de analgésicos, antiinflamatorios, corticosteroides o infiltración de esteroides para el alivio del dolor, pero también está indicada la fisioterapia y cuando no hay mejoría de la condición puede estar indicada la cirugía.
La capsulitis adhesiva es una inflamación de la articulación del hombro que causa dolor y dificultad severa para mover el brazo, como si el hombro estuviera realmente congelado. El diagnóstico lo realiza el médico tras el análisis de pruebas de imagen, como radiografías, ecografías y artrografías, que son fundamentales para evaluar la movilidad del hombro.
El tratamiento se puede realizar con:
1. Medicamentos
El médico puede recetar analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos y corticosteroides en forma de pastillas para aliviar el dolor, en la fase más aguda de la enfermedad. La infiltración de corticosteroides directamente en la articulación también es una opción para el alivio del dolor, y debido a que se realiza, en el criterio promedio, o cada 4-6 meses, pero ninguno de estos medicamentos excluye la necesidad de fisioterapia, siendo complementaria.
2. Fisioterapia
Siempre se recomienda la fisioterapia porque ayuda a combatir el dolor y restaurar los movimientos de los hombros. En fisioterapia se pueden utilizar equipos para aliviar el dolor y compresas calientes para facilitar el movimiento de esta articulación. Se pueden utilizar diversas técnicas manuales, además de ejercicios de estiramiento (dentro del límite del dolor) y posteriormente se deben realizar ejercicios de fortalecimiento muscular.
El tiempo de recuperación varía de una persona a otra, pero suele ser de unos meses a un año, con una mejora progresiva de los síntomas. Si bien puede que no haya una mejora significativa en la amplitud de movimiento con el brazo afectado, en las primeras sesiones es posible no desarrollar contracturas musculares en el músculo trapecio que pueden causar aún más dolor y malestar.
Existen técnicas específicas que pueden ayudar a romper adherencias y favorecer la amplitud, pero no se recomienda que el paciente trate de forzar demasiado la articulación para mover el brazo, pues esto puede generar traumatismos menores, que además de agravar el dolor, no no trae ningún beneficio. En casa, solo se deben realizar los ejercicios recomendados por el fisioterapeuta, que pueden incluir el uso de pequeños equipos, como una pelota, un palo (palo de escoba) y bandas elásticas (theraband).
Las bolsas de agua caliente son útiles para ponerse antes de hacer los estiramientos porque relajan los músculos y facilitan el estiramiento muscular, pero las bolsas con hielo picado están indicadas para el final de cada sesión porque disminuyen el dolor. Algunos estiramientos que pueden ayudar son:
Estos ejercicios deben realizarse de 3 a 5 veces al día, con una duración de 30 segundos a 1 minuto cada uno, pero el fisioterapeuta puede indicar otros según las necesidades de cada persona.
Vea algunos ejercicios simples que ayudan a aliviar el dolor de hombro en: Ejercicios de propiocepción para la recuperación del hombro.
3. Bloqueo del nervio supraescapular
El médico puede realizar un bloqueo del nervio supraescapular, en el consultorio o en el hospital, lo que aporta un gran alivio del dolor, siendo una opción cuando los fármacos no surten efecto y dificultan la fisioterapia. Este nervio puede estar bloqueado, porque es el responsable de proporcionar el 70% de las sensaciones del hombro, y cuando está bloqueado hay una gran mejoría del dolor.
4.Hidrodilatación
Otra alternativa que el médico puede indicar es la distensión del hombro con una inyección de aire o líquido (suero fisiológico + corticoide) bajo anestesia local que ayuda a alargar la cápsula articular del hombro, lo que favorece el alivio del dolor y facilita el movimiento del hombro.
5. Cirugía
La cirugía es la última opción de tratamiento, cuando no hay signos de mejoría con un tratamiento conservador, que se realiza con medicación y fisioterapia. El médico ortopédico puede realizar una artroscopia o una manipulación cerrada que puede devolver la movilidad del hombro. Después de la cirugía, la persona debe volver a la fisioterapia para acelerar la curación y continuar con los ejercicios de estiramiento para una recuperación completa.