Signos y síntomas de Parkinson
Contenido
- 1. Temblor
- 2. Rigidez
- 3. Movimientos lentos
- 4. Postura doblada
- 5. Desequilibrio
- 6. Congelación
- Otros síntomas comunes en el Parkinson
- Qué hacer si sospecha de la enfermedad de Parkinson
Los síntomas de la enfermedad de Parkinson, como temblores, rigidez y movimientos lentos, suelen comenzar de forma sutil y, por tanto, no siempre se notan en la fase más inicial. Sin embargo, en el transcurso de unos meses o años, evolucionan y empeoran, haciéndose cada vez más evidentes, y es necesario iniciar el tratamiento para que la persona portadora pueda tener una calidad de vida.
Para sospechar esta enfermedad, que es un tipo de degeneración cerebral, es necesario tener algunos signos y síntomas que aparecen juntos o empeoran con el tiempo, aconsejándose consultar con un neurólogo o geriatra para confirmar el diagnóstico.
Los principales signos y síntomas de la enfermedad de Parkinson son:
1. Temblor
El temblor de Parkinson ocurre cuando la persona está en reposo, en reposo y mejora al hacer un movimiento. Es más común en las manos, siendo un temblor con gran amplitud, que imita el movimiento de contar dinero, pero también puede aparecer en el mentón, labios, lengua y piernas. Es más común ser asimétrico, es decir, en un solo lado del cuerpo, pero esto puede variar. Además, es común que empeore en situaciones de estrés y ansiedad.
2. Rigidez
La rigidez muscular también puede ser asimétrica o estar más presente en alguna parte del cuerpo, como brazos o piernas, dando sensación de rigidez, impidiendo actividades como caminar, vestirse, abrir brazos, subir y bajar escaleras, además de dificultad para realizar otros movimientos. También son comunes el dolor muscular y el cansancio excesivo.
3. Movimientos lentos
Esta condición se conoce como bradicinesia, que ocurre cuando hay una disminución en el rango de movimiento y la pérdida de ciertos movimientos automáticos, como parpadear los ojos. Así, se compromete la agilidad para realizar movimientos rápidos y amplios, lo que dificulta la realización de tareas sencillas, como abrir y cerrar las manos, vestirse, escribir o masticar.
Así, la caminata se vuelve arrastrada, lenta y con pasos cortos, y también hay una disminución del balanceo de los brazos, lo que aumenta el riesgo de caídas. Hay una disminución de las expresiones faciales, una voz ronca y baja, dificultad para tragar la comida, con náuseas y escritura lenta en letras minúsculas.
4. Postura doblada
Los cambios de postura están presentes en las etapas más avanzadas y finales de la enfermedad, que comienza con una postura más encorvada, pero, si no se trata, puede convertirse en contracción e inmovilidad articular.
Además de la columna curva, otros cambios de postura más comunes son la inclinación de la cabeza, los brazos colocados frente al cuerpo, así como las rodillas y los codos doblados.
5. Desequilibrio
La rigidez y lentitud del cuerpo dificultan el control de los reflejos, dificultando el equilibrio, pararse sin ayuda y mantener la postura, con un gran riesgo de caídas y dificultad para caminar.
6. Congelación
A veces, para tener un bloqueo repentino para iniciar movimientos, conocido como congelación o congelación, siendo común que ocurra mientras la persona camina, habla o escribe.
Aunque estos signos y síntomas son característicos del Parkinson, muchos pueden ocurrir en otras enfermedades que causan trastornos del movimiento, como temblor esencial, sífilis avanzada, tumor, además de trastornos del movimiento provocados por fármacos u otras enfermedades, como parálisis supranuclear progresiva o demencia. por corpúsculos de Lewy, por ejemplo. Para confirmar que no existe ninguna de estas enfermedades, el médico debe realizar una evaluación exhaustiva de los síntomas, un examen físico y neurológico, además de ordenar pruebas como resonancia magnética cerebral y análisis de sangre.
Otros síntomas comunes en el Parkinson
Además de los síntomas mencionados, fundamentales para sospechar la enfermedad de Parkinson, existen otras manifestaciones que también son comunes en la enfermedad, como son:
- Trastornos del sueño, como insomnio, pesadillas o sonambulismo;
- Tristeza y depresión;
- Mareo;
- Dificultad para oler;
- Sudor excesivo;
- Dermatitis o irritación de la piel;
- Intestino detenido;
- Demencia de Parkinson, en la que hay pérdida de memoria.
Estos síntomas pueden presentarse en mayor o menor medida, según el desarrollo de la enfermedad de cada persona.
Qué hacer si sospecha de la enfermedad de Parkinson
Ante la presencia de síntomas que indiquen Parkinson, es importante consultar a un neurólogo o un geriatra para una evaluación clínica completa, con análisis de los síntomas, examen físico y solicitando pruebas que identifiquen si existe otro problema de salud que pueda estar causando estos síntomas. , ya que no existe una prueba específica para la enfermedad de Parkinson.
Si el médico confirma el diagnóstico, también indicará medicamentos que ayuden a reducir los síntomas, especialmente los temblores y la lentitud de movimientos, como la Levodopa, por ejemplo. Además, es muy importante realizar fisioterapia, y otras actividades que estimulen al paciente, como la terapia ocupacional y la actividad física, para que aprenda a superar algunas de las limitaciones que ocasiona la enfermedad, permitiéndole mantener una vida independiente. .
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