Equilibrio corporal total
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Había tenido sobrepeso la mayor parte de mi vida, pero no fue hasta que vi fotos de unas vacaciones familiares que decidí cambiar mi vida. Con 5 pies y 7 pulgadas de alto, pesaba 240 libras. Quería verme y sentirme mejor conmigo mismo.
Pensé que comía una dieta balanceada, pero nunca presté mucha atención. Siempre había comido muchas verduras, pero cocinadas en aceite o mantequilla. Luego comencé a leer las etiquetas y a observar el tamaño de las porciones para mantener baja mi ingesta de calorías y grasas. Comí favoritos ricos en grasas con moderación en lugar de atiborrarme. En un año, había perdido 50 libras.
Luego llegué a una meseta y decidí comenzar a hacer ejercicio. Hacía ejercicio esporádicamente pero no tenía una rutina. Me di cuenta de que el ejercicio tonificaría mi cuerpo a medida que perdía peso. Comencé a caminar o montar en bicicleta estática cinco días a la semana durante 20 minutos, con la intensidad suficiente para aumentar mi frecuencia cardíaca. El peso empezó a bajar de nuevo.
Seguí mi progreso con un par de jeans talla 14. Cuando los compré, me quedaban bien, pero eran extremadamente incómodos. Cuando llegué a mi peso ideal, encajaron perfectamente.
Hace cinco años, me diagnosticaron esclerosis múltiple, una enfermedad crónica del sistema nervioso central que provoca la pérdida de la coordinación muscular. Todavía estaba a 40 libras de mi peso ideal en ese momento, y aprendí que el peso adicional era aún más pesado, ya que me dificultaba moverme. Ahora tenía una razón mucho más importante para perder esos kilos de más. Seguí observando la cantidad de grasa que consumía, pero tuve que cambiar mi rutina de ejercicios para adaptarme a mi condición física. Debido a la pérdida de movimiento, no podía ejercitarme tanto como quería aeróbicamente, así que me concentré en el entrenamiento de fuerza para desarrollar mis músculos. Llegué a mi peso ideal gradualmente durante seis meses.
Hace aproximadamente un año, gané algo de peso, esta vez como músculo. El entrenamiento de fuerza ha tonificado mi cuerpo y ha mantenido fuertes mis músculos, lo que me ha ayudado a moverme más libremente con mi EM. Descubrí que la natación es el mejor ejercicio para todo el cuerpo para mí porque tiene el menor impacto en mi cuerpo. Estoy en mejor forma ahora con EM que antes de tenerla y pesaba 240 libras.
Cuando conozco a personas que no veo desde hace tiempo, me dicen: "¡Te cortaste el pelo!", Les digo que sí, lo hice y también perdí mucho peso.