¿Cómo se trata la donovanosis?
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Dado que la donovanosis es una enfermedad infecciosa causada por bacterias, el tratamiento generalmente se realiza con antibióticos para eliminar la infección.
Los antibióticos más utilizados son:
- Azitromicina;
- Doxiciclina;
- Ciprofloxacina;
- Eritromicina;
- Sulfametoxazol.
La elección del antibiótico la debe realizar un médico de cabecera, un urólogo o un infectólogo, según los síntomas que presente y la historia clínica de cada persona. Sin embargo, es normal tomar uno de estos antibióticos durante al menos 3 semanas seguidas y seguir usándolo hasta que las heridas en el área genital estén completamente curadas.
Si los síntomas de la donovanosis no mejoran en los primeros días de tratamiento, puede ser necesario volver al médico para agregar otro antibiótico, generalmente un aminoglucósido, como la gentamicina, por ejemplo.
Cuidados durante el tratamiento
Además de tomar el antibiótico según el plan indicado, durante el tratamiento es muy importante tener consultas periódicas con el médico para que se evalúe correctamente la evolución de la enfermedad, y se pueda cambiar el antibiótico si es necesario. Idealmente, el área íntima debe mantenerse limpia para prevenir la infección de la herida y facilitar la cicatrización del sitio.
Además, se aconseja evitar el contacto sexual o utilizar condón para prevenir la transmisión de la infección hasta que los síntomas hayan desaparecido por completo y el tratamiento haya finalizado.
Si ha tenido contacto sexual en los últimos 60 días antes del diagnóstico de donovanosis, también es importante informar a su pareja para que acuda al médico y evalúe la posibilidad de tener también la infección, iniciando tratamiento si es necesario.
Signos de mejora
El síntoma principal de mejoría de la donovanosis es la cicatrización de la herida que normalmente aparece en la región genital. Por eso, para confirmar la curación de la enfermedad es muy importante acudir al médico, incluso después de que la herida haya desaparecido, para realizar pruebas.
Signos de empeoramiento
Los signos de empeoramiento son más comunes cuando el tratamiento no se inicia a tiempo o cuando el antibiótico seleccionado no está surtiendo efecto. En estas situaciones, es común que la herida no muestre signos de cicatrización y empeore, se haga más grande y sangre más.
Si hay signos de empeoramiento, es recomendable volver al médico para valorar la necesidad de cambiar el antibiótico que se estaba utilizando, por otro que pueda tener un mejor efecto. A veces, el médico puede incluso ordenar un examen de perfil de sensibilidad y resistencia a los antibióticos, para averiguar cuáles pueden ser más efectivos en el tratamiento.