¿Cómo se trata la hepatitis B?

Contenido
- Tratamiento de la hepatitis B aguda
- Tratamiento de la hepatitis B crónica
- Signos de mejora o empeoramiento.
- Posibles complicaciones
El tratamiento para la hepatitis B no siempre es necesario porque la mayoría de las veces la enfermedad es autolimitante, es decir, se cura sola, sin embargo en algunos casos puede ser necesario el uso de medicamentos.
La mejor forma de prevenir la hepatitis B es mediante la vacunación, cuya primera dosis debe tomarse poco después del nacimiento, y el uso de condones durante las relaciones sexuales, además de la recomendación de evitar compartir objetos personales, como jeringas, cepillos de dientes y navajas. cuchillas.

Cuando es necesario, el tratamiento se realiza de acuerdo con los síntomas y la etapa de la enfermedad:
Tratamiento de la hepatitis B aguda
En el caso de la hepatitis B aguda, los síntomas son más leves y, en la mayoría de los casos, no está indicado el uso de medicamentos, solo se recomienda reposo, hidratación y una dieta equilibrada. Sin embargo, para reducir las molestias provocadas por las náuseas y los dolores musculares, puede estar indicado el uso de analgésicos y antieméticos, no siendo necesario tomar ningún medicamento específico contra el virus de la hepatitis B.
Es importante que durante el tratamiento la persona no consuma bebidas alcohólicas y, en el caso de las mujeres, no use la píldora anticonceptiva. Si durante este período es necesario tomar algún otro medicamento, se debe informar al médico, ya que puede interferir con el tratamiento o no tener ningún efecto.
La hepatitis aguda generalmente se cura espontáneamente debido a la actividad del sistema inmunológico, que crea anticuerpos contra el virus de la hepatitis B y promueve su eliminación del organismo. Sin embargo, en algunos casos, especialmente cuando el sistema inmunológico está debilitado, la hepatitis aguda puede volverse crónica y el virus puede permanecer en el cuerpo.
Tratamiento de la hepatitis B crónica
El tratamiento de la hepatitis B crónica implica tanto reposo, hidratación y nutrición adecuada, así como el uso de medicamentos específicos que suelen estar indicados como forma de prevenir la aparición de enfermedades crónicas, como el cáncer de hígado.
Quienes tienen hepatitis B crónica deben tener cuidado con su dieta, no deben consumir ningún tipo de bebida alcohólica y solo deben tomar medicamentos bajo guía médica para evitar un mayor daño al hígado. Además, es importante que se realicen análisis de sangre periódicos para comprobar no solo el grado de insuficiencia hepática, sino también la presencia del virus de la hepatitis B, ya que en algunos casos la hepatitis C crónica se puede curar y, por tanto, se puede interrumpir el tratamiento. por el doctor.
A pesar de la posibilidad, la cura de la hepatitis B es difícil de lograr, estando asociada frecuentemente a enfermedades hepáticas crónicas debido a la proliferación del virus, como cirrosis, insuficiencia hepática e incluso cáncer de hígado.
Vea cómo puede complementar el tratamiento y aumentar las posibilidades de cura en el siguiente video:
Signos de mejora o empeoramiento.
Los signos de mejoría o empeoramiento de la hepatitis crónica no son muy notorios, por lo que se recomienda que la persona con el virus de la hepatitis B se realice análisis de sangre periódicos para comprobar la presencia o ausencia del virus, además de la carga viral, que representa la cantidad de virus presente en la sangre.
Así, cuando las pruebas muestran que la carga viral está disminuyendo significa que el tratamiento está siendo efectivo y que la persona muestra signos de mejoría, sin embargo cuando hay un aumento en la carga viral, significa que el virus aún puede proliferar. , siendo indicativo de empeoramiento.
Posibles complicaciones
Las complicaciones de la hepatitis B suelen tardar en aparecer y están relacionadas con la capacidad proliferativa del virus y la resistencia al tratamiento, siendo las principales complicaciones cirrosis, ascitis, insuficiencia hepática y cáncer de hígado.