Trombosis placentaria y umbilical: qué son, síntomas y tratamiento

Contenido

• Cómo identificar la trombosis
• Principales causas
• Como se hace el tratamiento

La trombosis de la placenta o del cordón umbilical ocurre cuando se forma un coágulo en las venas o arterias de la placenta o del cordón umbilical, lo que altera la cantidad de sangre que pasa al feto y provoca una disminución de los movimientos fetales. Por lo tanto, la principal diferencia está relacionada con dónde está el coágulo:

• Trombosis placentaria: el coágulo está en las venas o arterias de la placenta;
• Trombosis umbilical: el coágulo está en los vasos del cordón umbilical.

Dado que afectan la cantidad de sangre que pasa al feto, estos tipos de trombosis pueden indicar una situación de emergencia, ya que hay menos oxígeno y nutrientes que llegan al bebé en desarrollo, lo que aumenta las posibilidades de aborto espontáneo o parto prematuro.

Así, siempre que haya una disminución de los movimientos fetales, es muy importante que la embarazada consulte al obstetra para evaluar si existe algún problema que necesite ser tratado.

Cómo identificar la trombosis

El síntoma principal de la trombosis en la placenta es la ausencia de movimientos fetales y, por tanto, cuando ocurre, se recomienda acudir de inmediato a urgencias para realizar una ecografía e identificar el problema, iniciando el tratamiento adecuado.

Sin embargo, en una buena parte de los casos la gestante no siente ningún síntoma y, por ello, debe acudir a todas las consultas prenatales para monitorear el desarrollo del bebé mediante ecografía.

En los casos en que la mujer no sienta los movimientos del bebé, debe acudir de inmediato a la sala de emergencias o al obstetra que acompaña al embarazo para controlar su salud y la del bebé. Vea cómo contar correctamente los movimientos fetales para ver si todo está bien con el bebé.

Principales causas

Las causas de la trombosis en la placenta o el cordón umbilical aún no se conocen completamente; sin embargo, las mujeres con problemas de coagulación sanguínea, como trombofilia, tienen un mayor riesgo de desarrollar coágulos debido a cambios en la sangre, como déficit de antitrombina, déficit de proteína C, déficit de proteína S y alteración del factor V de Leiden.

Como se hace el tratamiento

Por lo general, el tratamiento de este tipo de trombosis en el embarazo incluye el uso de fármacos anticoagulantes, como warfarina, para mantener la sangre delgada y prevenir la formación de nuevos trombos, asegurando que el bebé y la madre no corran riesgo de vida.

Además, durante el tratamiento, el obstetra puede recomendar algunos cuidados que ayuden a mantener el anticoagulante, como:

• Consume alimentos ricos en vitamina E, como el aceite de germen de trigo, las semillas de avellana o de girasol. Vea una lista de otros alimentos ricos en vitamina E.
• Use medias de compresión;
• Evite cruzar las piernas;
• No coma alimentos muy grasos., como quesos amarillos y embutidos, o alimentos ricos en vitamina K, como espinacas y brócoli. Vea una lista más completa: Alimentos fuente de vitamina K.

En el caos más severo, en el que la trombosis afecta una región muy grande de la placenta o existe el riesgo de dañar al bebé, por ejemplo, la mujer embarazada puede necesitar permanecer en la maternidad hasta el momento del parto para realizar una constante evaluación.

Generalmente, hay una mayor probabilidad de supervivencia cuando el feto tiene más de 24 semanas, ya que el obstetra puede dar a luz prematuramente cuando el riesgo de vida es muy alto.