¿Qué es la úlcera venosa y cómo se trata?

Contenido

• Cómo identificar una úlcera venosa
• Como se hace el tratamiento
• Qué hacer con las úlceras difíciles de curar.

Las úlceras venosas son un tipo de herida que aparece con mayor frecuencia en las piernas, sobre todo en el tobillo, por insuficiencia venosa, lo que conlleva la acumulación de sangre y rotura de las venas y, en consecuencia, la aparición de heridas que duelen y no cicatrizan. , además de hinchazón en la pierna y oscurecimiento de la piel. Vea cuáles son los principales síntomas de la mala circulación.

La presencia de úlceras venosas, si bien no es mortal, puede provocar un gran malestar e incluso generar discapacidad, afectando la calidad de vida de la persona, principalmente. Este tipo de úlcera es más frecuente en personas mayores o personas que tienen varios problemas sistémicos que pueden interferir con la circulación sanguínea o el proceso de curación.

El tratamiento de las úlceras venosas se realiza de acuerdo con el consejo médico y generalmente se realiza con el uso de medias de compresión, que estimulan la circulación local, y con el uso de ungüentos que facilitan la cicatrización.

Cómo identificar una úlcera venosa

Las úlceras venosas son una herida crónica, más frecuente en el tobillo, caracterizada por una lesión que no cicatriza con facilidad y que al principio tiene bordes irregulares y superficiales. Sin embargo, con la progresión de la lesión, la úlcera puede acabar haciéndose profunda y con bordes bien definidos, pudiendo seguir saliendo un líquido amarillento.

Otras características de las úlceras venosas incluyen:

• Dolor de intensidad variable;
• Hinchazón;
• Edema;
• Descamación;
• Oscurecimiento y engrosamiento de la piel;
• Presencia de varices;
• Sensación de pesadez en las piernas;
• Picar.

El diagnóstico se realiza a partir de la evaluación de las características de la úlcera, como ubicación, tamaño, profundidad, bordes, presencia de líquido e hinchazón de la región. Además, el médico verifica el engrosamiento, el oscurecimiento de la piel y las características de inflamación.

Como se hace el tratamiento

El tratamiento de las úlceras venosas debe realizarse con la recomendación médica y tiene como objetivo prevenir la aparición de nuevas úlceras, aliviar el dolor, prevenir infecciones, mejorar la circulación venosa y facilitar la cicatrización de la úlcera ya presente.

Una de las opciones de tratamiento de las úlceras venosas es la terapia compresiva, que consiste en el uso de medias compresivas que tienen como objetivo estimular la circulación local, reduciendo la hinchazón y el riesgo de formación de nuevas heridas, ya que estimula la micro y macrocirculación. El uso de medias de compresión graduada debe ser prescrita por el médico vascular, y pueden ser de varios tipos, por lo que también es importante identificar los factores que pueden estar relacionados con la alteración de la circulación, para que el médico pueda establecer un tratamiento dirigido a la causa.

Además, es importante limpiar la herida para evitar que se produzcan infecciones, que pueden empeorar la úlcera y provocar necrosis tisular. La limpieza debe realizarse con una solución salina al 0,9% que no interfiera con el proceso de cicatrización, no provoque reacciones alérgicas en la piel y no altere la microbiota cutánea normal. Después de la limpieza se recomienda realizar un apósito con hidrogel, alginatos, papaína o colagenasa, según la indicación médica, que son sustancias que tienen la capacidad de eliminar el tejido muerto y facilitar la cicatrización.

También es importante mover la pierna, mediante caminatas o ejercicios de fisioterapia, para activar la circulación local y reducir la congestión sanguínea, evitando la formación de nuevas úlceras y su recurrencia. Si se nota la presencia de infección bacteriana en la herida, el médico también puede indicar el uso de antibióticos según el microorganismo presente en la herida.

Qué hacer con las úlceras difíciles de curar.

En lesiones de difícil cicatrización, que no han cicatrizado con terapias compresivas y apósitos, o cuando son úlceras muy grandes, puede estar indicada la cirugía en la que se coloca un injerto de piel en la región de la úlcera, en la que se retira un trozo de tejido de otra parte del cuerpo y colocado donde está la úlcera, facilitando la cicatrización.