Lavado intestinal: cómo se realiza, beneficios y posibles riesgos
Contenido
- Cuales son los beneficios
- Cómo hacer un lavado intestinal
- Posibles riesgos y efectos secundarios.
- Consejos para un lavado intestinal seguro
El lavado intestinal es un método natural que consiste en introducir líquidos en el intestino para eliminar los desechos. Este procedimiento debe ser realizado por un profesional de la salud, sin embargo también se puede realizar en casa con mucho cuidado, ya que presenta algunos riesgos y sirve como procedimiento de evacuación o método de diagnóstico.
Algunas personas realizan lavado intestinal para eliminar toxinas, resultantes de la comida, que pueden causar cansancio, dolor de cabeza, aumento de peso y disminución de energía y vitalidad. Sin embargo, también se puede utilizar para realizar pruebas, como una colonoscopia, por ejemplo.
Cuales son los beneficios
Aunque todavía no existen estudios que lo demuestren, las personas que recurren al lavado intestinal pretenden adelgazar, eliminar toxinas y equilibrar la flora intestinal con el fin de promover mejoras en la digestión y el sistema inmunológico, reducir el riesgo de cáncer de colon y aumentar la vitalidad.
Además, el lavado intestinal también se puede recomendar para las personas que necesitan someterse a exámenes intestinales, como colonoscopias o rectoscopias.
Cómo hacer un lavado intestinal
Un profesional de la salud puede realizar el lavado intestinal en un hospital o en casa con un enema o un kit. Aprenda a hacer un enema en casa paso a paso.
Generalmente, el lavado intestinal se realiza con productos específicos que se venden en la farmacia, como enemas con medicamento, ya listos para usar o dispositivos en forma de pera donde se puede insertar agua tibia, por ejemplo. Cuando estos productos se insertan en el ano, al cabo de unos minutos se vuelven a eliminar junto con los residuos y contenido presentes en el recto y la parte final del intestino grueso. A continuación se explica cómo usar un enema en casa.
La hidrocolontoterapia es un tipo de lavado intestinal en el que se introduce agua tibia filtrada y purificada por el ano, lo que permite eliminar las heces acumuladas y las toxinas intestinales, que a menudo se utiliza para combatir el estreñimiento, y que también suele estar indicada en preparación para la cirugía. Este procedimiento es diferente al enema, ya que el enema solo elimina las heces de la porción inicial del intestino, mientras que la hidrocolonoterapia realiza una limpieza intestinal completa.
Posibles riesgos y efectos secundarios.
El lavado intestinal presenta algunos riesgos, como:
- Deshidratación, porque la eliminación de desechos viene con líquidos, lo que puede causar, en casos extremos, insuficiencia renal;
- Desequilibrio electrolítico, ya que el lavado del intestino puede provocar cambios en los electrolitos del organismo, como el potasio y el sodio, que pueden provocar pérdida del conocimiento e insuficiencia renal;
- Infección, porque el lavado intestinal puede facilitar la entrada de bacterias a través del material utilizado y porque puede eliminar las bacterias buenas del intestino, lo que puede provocar un desequilibrio de la flora intestinal;
- Perforación del intestino, que puede provocar síntomas como fiebre, dolor, escalofríos y náuseas e incluso provocar la muerte, por lo que ante los primeros signos es muy importante acudir a urgencias médicas.
Debido a que no existe evidencia suficiente que demuestre los supuestos beneficios del lavado intestinal sin finalidad diagnóstica o terapéutica, siempre se recomienda acudir al médico para valorar la necesidad de realizar este procedimiento. Algunos de los efectos secundarios de este método son diarrea, calambres, vómitos, náuseas y alteración de la absorción de algunos medicamentos.
Consejos para un lavado intestinal seguro
Para poder realizar un lavado intestinal seguro, conviene hablar con el médico, quien puede explicar cómo se realiza el procedimiento o derivar a la persona a un profesional de la salud que lo haga, beba muchos líquidos para evitar la deshidratación.
Además, también es muy importante utilizar preferentemente material nuevo o estéril, llevar guantes y, al final del procedimiento, limpiar al paciente.
El lavado intestinal está contraindicado para personas que padecen enfermedades anorrectales o que se han sometido a una cirugía reciente en la región.